Si en Semana Santa el buen tiempo permitió a los turistas disfrutar del buen tiempo en Galicia como si fuese verano, el puente de mayo vino pasado por agua. Nunca llueve a gusto de todos pero en el campo gallego esperaban como agua de mayo estas precipitaciones para paliar la sequía de los últimos meses que amenaza sus cosechas. En la jornada de ayer se recogieron más de 30 litros por metro cuadrado en la localidad coruñesa de Carnota y en Fornelos de Montes (Pontevedra) y en varias del litoral gallego cayeron más de 20 litros. Galicia vivió ayer una jornada muy inestable con fuertes tormentas, granizadas y nevadas en las provincias del interior. El viento fue otro de los protagonistas del día con rachas máximas de 138 kilómetros por hora en el concello ourensano de Rubiá. En las localidades coruñesas de Cedeira y Lousame se alcanzaron 113 y 101 km/h respectivamente. También en Malpica y Corrubedo, ambos de la provincia de A Coruña, el viento sopló por encima de los 90 km/h.

El viento soplará también hoy con fuerza, lo que ha obligado a MeteoGalicia a activar la alerta amarilla tanto en tierra por vientos de componente oeste de fuerza siete y en toda la costa por mar de fondo del noroeste con olas de más de cuatro metros. La jornada de hoy será de transición hacia varios días de sol y calor, aunque por la mañana todavía pueden producirse algunos chubascos.