Sótanos, despachos, pasillos e incluso baños. Montañas de expedientes y de pruebas de delitos se acumularon durante décadas en cualquier rincón de los juzgados gallegos por falta de espacio. Para poner fin al caos en los órganos judiciales de la comunidad, la Xunta puso en marcha en 2013 el proceso de destrucción de la documentación ya prescrita, caducada o innecesaria para jueces y fiscales. Y lo hizo con la constitución de la llamada junta de expurgación que puso en marcha la primera criba en tres décadas. Desde entonces, ya han sido eliminados más de 330.000 expedientes apilados en los tribunales de la comunidad -más de 12.000 en el año 2014, otros 192.000 al año siguiente y más de 130.000 el ejercicio pasado-, según el balance de la Consellería de Presidencia. El plan de "limpieza" de los archivos judiciales gallegos todavía no ha concluido. El objetivo que se marca ahora la junta de expurgo, que prevé reunirse la próxima semana, es destruir otros 100.000 expedientes, bien porque ya han sido archivados, tanto de forma definitiva como provisional, o bien porque carecen de valor jurídico o histórico.

El proceso de expurgo se puso en marcha con el objetivo de ganar hasta un 75% de espacio en los juzgados gallegos y además garantizar la conservación de los que tengan valor histórico. El trabajo, según apuntan desde el departamento que dirige Alfonso Rueda, es "complejo y de gran envergadura" por "el colapso generalizado de los archivos judiciales y la compleja normativa".

Proceso y hallazgos

Para llevar a cabo esta "limpieza", primero se graban los expedientes y se estudian las series documentales de los organismos de donde proceden. A posteriori, los técnicos de archivo los remiten a la junta de expurgo. El acuerdo sobre el destino final se publica en el Diario Oficial de Galicia y se da un plazo de dos meses a las partes interesadas para solicitar la documentación retirada. Tras ello, o bien se destruirán o bien se remitirán los que tengan interés a un archivo histórico.

Los archivos del TSXG fueron los primeros en pasar por la criba de la junta de expurgación. Con más de 12.000 expedientes eliminables. En 2015 se acordó la destrucción de más de 192.000 expedientes de un total de 34 órganos judiciales (13 de A Coruña, 13 de Pontevedra, cuatro de Lugo y otros cuatro de Ourense). Y el año pasado, se incluyó la criba de un total de 95.527 documentos judiciales de 38 juzgados (20 de Pontevedra, 11 de A Coruña y 7 de Lugo) y otros 35.000 expedientes más de vigilancia penitenciaria. Solo para este año, en la provincia de A Coruña la Xunta prevé la eliminación de más de 7.000 expedientes en 12 órganos judiciales.

Durante las tareas de limpieza, los técnicos sacaron a a la luz un expediente iniciado durante la Guerra Civil para incautar los bienes de Casares Quiroga. Fue encontrado en el archivo común de los juzgado de A Coruña. Y en Vigo, se archivaron los legajos de Lavadores, que incluyen pleitos desde 1902 a 1941.

Los datos de las piezas de convicción-pruebas de delito- retiradas y destruidas en los últimos cuatro años en Galicia hablan por sí solos: 50 toneladas en Vigo, siete toneladas en Xinzo y tres en Ferrol.

En cuanto a la habilitación de espacios externos para la retirada de expedientes de los órganos más saturados, destacan los expedientes trasladados al depósito habilitado en el edificio administrativo de la Xunta en Campolongo (Pontevedra), con más de 257.000 documentos distribuidos en 18.360 cajas. En la Academia Galega de Seguridade de A Estrada permanecen custodiados más de 18.000 expedientes en más de 2.800 cajas y en el ISSGA de A Coruña, un total de 8.214 distribuidos en 2.166 cajas.