El alcohol y las drogas son una de las lacras de la accidentalidad en carretera. Pese a las continuas campañas de concienciación y el refuerzo de la vigilancia, todavía son muchos los conductores que se ponen al volante tras haber consumido alguna sustancia psicotrópica. Las consecuencias pueden llegar a ser nefastas. Uno de cada tres conductores implicados en un accidente de tráfico mortal en Galicia -fallecido o herido- iba ebrio o había consumido drogas, según revela un estudio pionero realizado de forma conjunta entre el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) y la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil

Este fin de semana, los agentes del Sector de Tráfico de la Guardia Civil de Galicia interceptaron durante un control en la comarca de O Barbanza a un camionero que dio positivo por consumo de drogas. El conductor del camión articulado con un peso máximo de 40 toneladas procedía de Alicante y se dirigía a cargar al puerto de A Pobra do Caramiñal.

El camionero denunciado se enfrenta a la pérdida retirada de seis puntos del carné y a una multa de 1.000 euros. El vehículo quedó inmovilizado hasta que desaparecieron las causas que movilizaron esta medida.

En apenas 50 minutos que duró el control, llevado a cabo el sábado, fueron también denunciados otros cuatro conductores de turismo por la presencia de drogas en el organismo y tres positivos por superar la tasa de alcohol.

La Guardia Civil lamenta "el número de conductores que dan positivo en la prueba de detección drogas durante la conducción", incluso "entre personas que se arriesgan a perder su puesto de trabajo o, a ser sancionados por ello", según detalla en un comunicado.

Riesgo colectivo

"En los últimos años han subido de forma muy llamativa las denuncias por conducción con presencia de estas sustancias en el organismo, mientras cae el número de infracciones por positivos en alcohol", advierten desde la Guardia Civil.

Advierten de que entre los denunciados figuren conductores profesionales "está siendo motivo de especial preocupación por el riesgo colectivo que genera un conductor de un vehículo pesado con las facultades mermadas por las sustancias estupefacientes".