Quien reincida al volante, se quedará sin carné. El Ministerio del Interior se propone sacar de la carretera a los reincidentes por alcohol y drogas. Ante el incremento de los accidentes mortales en los que el consumo de alguna de estas sustancias está presente, la DGT ha decidido impulsar una serie de medidas que incluyen la retirada del permiso a aquellos conductores que en dos años hayan cometido dos o más infracciones por circular en estado ebrio o tras haber ingerido alguna sustancia estupefaciente. Los automovilistas de riesgo serán remitidos a las autoridades sanitarias para que evalúen si tienen un problema de abuso o dependencia y solo podrán volver a conducir si logran rehabilitarse.

En el punto de mira de Tráfico en Galicia hay unos 5.000 conductores identificados como "de riesgo". En este grupo no solo están los reincidentes por alcohol y drogas -que son cerca de 4.000 en la comunidad-, sino también infractores sin carné (bien por orden judicial o porque han agotado todos los puntos), condenados por conducción temeraria, usuarios de inhibidores de radar o propietarios de vehículos en mal estado. Todos estos automovilistas son sometidos a un plan de seguimiento por parte de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, que con coches camuflados vigilan los desplazamientos desde el domicilio o el lugar de trabajo e incluso a las zonas de ocio nocturno.

Los datos hablan por sí solos. Un estudio pionero realizado de forma conjunta entre el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) y la Agrupación de Tráfico revela que uno de cada tres conductores responsables de accidente mortal en la comunidad -bien fallecido o herido- dio positivo en alcohol (no solo había bebido sino que la tasa estaba por encima de 0,25 mg/l) o había consumido alguna sustancia estupefaciente.

El plan especial para frenar las conductas de riesgo al volante fue aprobado ayer por el Comité de Seguridad Vial, convocado con carácter de urgencia por la DGT para abordar la protección y seguridad para vías frecuentadas por ciclistas con el objetivo de reducir la siniestralidad de este colectivo.

Tras la reunión del Comité se Seguridad Vial, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, explicó las medidas que pondrá en marcha su departamento. Junto con la retirada del permiso a los reincidentes que se pongan al volante en estado ebrio o tras haber consumido drogas, Zoido destacó la apertura de procedimientos sancionadores por infracción a la normativa de tráfico (multa y retirada de puntos) si después de un accidente, el juez archiva las actuaciones en la vía penal.

La retirada del permiso a los reincidentes por alcohol o drogas la aplicarán los jefes provinciales por falta de "aptitudes psicofísicas". Esta figura ya está recogida en el artículo 36 del Reglamento General de Conductores y ya se ha aplicado en casos puntuales. "La idea es ahora tener un mayor control sobre este tipo de conductores", explican desde la DGT.

Desde Interior se pondrán en marcha un plan especial de vigilancia, tanto con medios aéreos como terrestres para la protección de ciclistas. También se harán más controles en las vías secundarias con mayor afluencia de ciclistas durante los fines de semana y más pruebas de alcohol y drogas durante la mañana de los sábados y domingos -los días con mayor tránsito de bicicletas-. El objetivo de Tráfico es aumentar en el conjunto del país en 100.000 las pruebas de alcohol y en 30.000, los narcotest. Los helicópteros de la DGT también vigilarán desde el aire las rutas más utilizadas por corredores profesionales y amateurs.

Las campañas de concienciación no faltarán. Tráfico tratará de sensibilizar a los usuarios con testimonios de personas que han sufrido un accidente o de sus familiares. Además, se insertarán en los paneles de mensajes para que los conductores sepan, por ejemplo, que deben dejar 1,5 metros de distancia para adelantar a una bici, que se puede rebasar la línea continua en ese caso o que los ciclistas deben circular en paralelo.