Los ayuntamientos tratan de tener al día las facturas de los servicios y obras contratadas. Las sanciones fijadas por Hacienda a las administraciones que incumplan la Ley de Morosidad -que fija en 30 días el plazo máximo de pago de los recibos- han surtido efecto y los autónomos y pequeñas empresas ya no tienen que esperar meses o incluso años a que las administraciones salden sus deudas. En Galicia, todavía uno de cada tres concellos (un total de 109) se salta la ley de morosidad, bien por retrasos en los pagos (67 municipios) o por omitir los datos al Gobierno central (otros 42), según datos publicados del pasado mes de marzo publicados esta semana por el Ministerio de Hacienda. Pero este balance mejora el índice de morosidad registrado hace un año en los ayuntamientos gallegos.

Entonces, casi la mitad de los alcaldes gallegos se saltaba los plazos de pago (un total de 111, un 65% más que en la actualidad) o eludía informar al departamento dirigido por Cristóbal Montoro (34, ocho más que ahora). O lo que es lo mismo, el número de administraciones locales gallegas que incumplen la Ley de Morosidad, tanto por sobrepasar el plazo legal de 30 días como por eludir los datos a Hacienda, se redujo durante el último año un 33%.

En el caso de las ciudades, Lugo es la única urbe gallega que paga por encima de los 30 días fijados por ley. Hasta tres meses tienen que esperar los proveedores para que el Concello lucense les abone sus facturas. Las que antes ponen al día sus recibos con Vigo y Pontevedra, que saldan sus deudas incluso antes de que empiece a contar el plazo, con una antelación de 12,10 días y 0,43, respectivamente, según el informe de Hacienda.

Les sigue en el ranking Ourense, con 9 días; A Coruña, con poco más de 14 días. Y cierran la lista Ferrol, casi 21 días, y Santiago, 26,63.

Aunque han mejorado los plazos de pago a autónomos y pequeñas empresas, el volumen de las facturas amontonadas en las Alcaldías de las ciudades gallegas es más elevado que hace un año. Más de 58,3 millones adeudan en obras y servicios, lo que supone un 6% más que los poco más de 55 millones pendientes de pago de marzo del año pasado. A Coruña y Santiago, por este orden, acumulan el grueso del importe adeudado: casi el 52% del total de las ciudades. Los recibos que se cumulan en María Pita superan los 20 millones, un 20,3% más que hace un año. En Compostela, son más de 10,3 millones, un 42% más que en marzo de 2016. Le sigue muy de cerca Lugo, con 9,2 millones pendientes de pago a los proveedores, aunque en este caso el Concello logró reducir en un año en un 24% el volumen de sus facturas. Mientras en Ferrol y Vigo también se logró disminuir el importe de las cantidades adeudadas, 43% y 2,7% respectivamente, en Ourense y Pontevedra se incrementó un 45,16% y 6,2%.

En el caso de las diputaciones, aumentó todavía más el importe de las facturas sin abonar: 9,6 millones, un 23,5% más que los 7,8 millones pendientes hace un año. Ourense y Pontevedra rebajaron la cuantía, más de un 18% en ambos casos, mientras que en A Coruña se disparó un 64% y en Lugo, casi un 77%.

De los 271 concellos que presentaron datos a Hacienda sobre el estado de sus facturas, un total de 67 pagan por encima de los 30 días que impone la Ley de Morosidad. Los más morosos arrastran facturas desde hace más de un año. A la cabeza de la tabla autonómica está el municipio ourensano de Os Blancos, con un periodo medio de pago de 1.130 días (más de tres años). Pero entre los 400 y los 465 días, están Laxe, A Bola, Coristanco, A Mezquita, A Porqueira, Pobra de Trives y Ponteceso. Y por encima de los tres meses de espera, hay un total de 31 ayuntamientos gallegos, entre ellos Vilanova de Arousa (225 días), Carnota (194), Xinzo (192), Catoira (165), Ribadavia (126), Ortigueira (117), A Cañiza (92,25) o Cuntis (91,14).

Todas las administraciones que superen el plazo de pago legal durante dos meses ya han recibido una comunicación de alerta por parte de sus interventores. Si persisten en sus retrasos, el Ministerio de Hacienda amenaza con retener sus participaciones en los ingresos del Estado que cada mes se derivan a sus arcas municipales.

Entre los ayuntamientos que dan antes salida a sus facturas, destacan un total de 94 que pagan sin que haya empezado a contar el plazo que computa Hacienda para hacer efectivo el abono. Castrelo do Val, Rábade, Coirós, Mesía, Lobeira, Verea, Coles, O Pino y Touro encabezan la tabla, ya que ponen sus facturas al día entre 22 y 20 días antes de que se de curso a los pagos.