Víctimas del accidente ferroviario de Angrois, en el que murieron 80 personas en 2013, criticaron ayer al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, por la postura de su partido, el PP, que tumbó, gracias a su mayoría absoluta, una propuesta de En Marea en el Parlamento autonómico para pedir una comisión de investigación del siniestro en el Congreso. Considera este colectivo que, "si fuera un verdadero demócrata", debería "olvidar" el proceso judicial y ayudar a depurar las "posibles responsabilidades políticas, únicas de su competencia".

La Plataforma Víctimas Alvia 04155 envió una carta a Feijóo tras el veto del PP, que alegó que el caso se encuentra sub iudice. "Sus palabras nos han dejado perplejos", señalan. Le recuerdan al dirigente que "en 39 ayuntamientos de Galicia, que representan a más de un millón de gallegos, alcaldes y concejales del PP han votado a favor o se han abstenido para que se cree ya esta comisión". El propio ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, apoyó esa medida en julio como alcalde de Santander, aunque la descartó al incorporarse al Gobierno.

Las víctimas exponen que el PSOE "rebajó la seguridad del proyecto original" dejando la línea entre Ourense y Santiago sin el sistema de seguridad ERTMS, que "hubiera evitado" 80 muertos, y que el Gobierno del PP no hizo "nada" para solucionarlo, permitió "la desconexión del sistema de seguridad del tren y se negó que fuera un accidente del AVE, anteponiendo otros intereses a la verdad".

Los afectados creen que "el colmo" del razonamiento de Feijóo es que se abra a apoyar una investigación política cuando haya sentencia y lo argumente con que lo que más urge es la decisión judicial. Ante ello le recuerdan la separación de poderes en la democracia española. "Usted pertenece al poder ejecutivo, y si fuera un verdadero demócrata, debería olvidarse del judicial y, como político, impulsar una comisión de investigación donde se depuren las posibles responsabilidades políticas, que son las únicas de su competencia", le trasladan. También aclaran al presidente gallego que "nadie manipula ni utiliza su dolor" porque ellos no lo permiten.