El nematodo es un gusano microscópico letal para los pinos, pero su propagación depende de un insecto, un pequeño coleóptero, que transmite el mal a otros árboles al alimentarse o poner huevos. Por eso, gran parte de las medidas adoptadas por la Administración gallega para combatir la plaga están enfocadas a controlar este pequeño escarabajo. Y una de las medidas es colocar trampas.

En 2016 colocaron 175, lo que representa un ratio de 0,1 por cada hectárea afectada. Una investigación realizada en Castilla y León por la ingeniera de montes Estela Sánchez revela como colocando un mayor número de trampas se ganaba en eficacia. Según los resultados publicados en el diario Campo Galego, instalando 0,8 trampas por hectárea, es decir ocho veces más de las que se colocan en Galicia, se logra eliminar un 95 por ciento de los insectos que propagan el nematodo. Según este estudio de campo realizado en Castilla y León, con la densidad de trampas colocadas en Galicia solo se capturarían el 20% de los insectos.