Aprobar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) será en breve más complicado. El Gobierno central prepara un decreto con el objetivo de endurecer el manual que utilizan los inspectores a la hora de realizar las evaluaciones. El objetivo es doble, según apuntan fuentes de la Asociación Española de Entidades Colaboradoras con la Administración de la ITV (AECA). Por un lado se tratará de que la prueba sea más exigente, sobre todo en el caso de los gases contaminantes, midiendo algunos de los que hasta ahora se pasaban por alto. Y, por otro, se intentará ser más concreto en el texto, ya que, hasta ahora, había puntos que se dejaban a la libre interpretación del examinador, lo que provocaba distorsiones. "Se hará una revisión más profunda y se dará una vuelta de tuerca para tener un mayor control sobre los coches a diesel", destacan desde AECA.

La ITV gallega es la segunda más dura del país. El 26,3% de los turismos que en 2016 se presentaron a la prueba lo suspendieron y tuvieron que volver a pasar por el taller a hacer algún ajuste, según las cifras que acaba de divulgar el Ministerio de Industria. La tasa gallega de suspensos es casi ocho puntos mayor que el 18,7% que se registra a nivel nacional. Solo Asturias supera el índice de la comunidad gallega con un 35% de vehículos rechazados. En la otra cara de la moneda se sitúan Valencia, con un 8,5%, País Vasco (12%), o Castilla y León, donde son echados para atrás el 12% de vehículos. El Ejecutivo central busca con las modificaciones que prepara sobre el manual de los inspectores que no haya diferencias tan elevadas por autonomías.

La mayoría de los que suspenden lo hace por una cuestión de malos humos, aunque en Galicia es la tercera fuente de problemas de los vehículos gallegos y del millón que se presentaron a examen el año pasado, 71.409 tuvieron problemas graves con su tubo de escape que obligaron a revisarlo en el taller. Estos defectos suponen el 19% de los suspensos en Galicia. Precisamente, el Ejecutivo, con la puesta a punto de este nuevo manual, quiere hacer más exigentes las revisiones de gases contaminantes tras los escándalos del trucaje de los motores diésel por varios fabricantes.

La exigencia de ser más estricto en estos exámenes llega desde Bruselas. La Unión Europea ha instado a los países miembros a tener un mayor control sobre los efectos contaminantes de los turismos. Para ello, ha puesto en marcha el proyecto Set II, cuyo objetivo es evaluar cómo se puede hacer para que los examinadores puedan medir las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) y evitar la manipulación de los motores de diésel, ya que en la actualidad, señala este organismo, las ITV no tienen medios suficientes para hacer un control exhaustivo de este tipo de gases.

Pero en Galicia el principal motivo de conflicto surge cuando los técnicos analizan las luces y los intermitentes. En este caso se encontraron 167.627 deficiencias, más del 45% del total. También se pusieron más de 147.332 faltas graves por problemas en los ejes, las ruedas y la suspensión, un 40%.