Un plan de actuación municipal ante el riesgo de inundaciones no es más que un protocolo de actuación ante ese tipo de situaciones, lo que permite reducir el impacto negativo sobre la población y sobre propiedades privadas y públicas.

Como funciones básicas, la Xunta marca la de "prever la estructura organizativa y los procedimientos para la intervención" de los servicios de emergencia, a la vez que identificar de antemano los "elementos vulnerables" ante las riadas. Rebajar el tiempo de reacción es la clave, por lo que se debe "zonificar el territorio en función del riesgo", estableciendo qué medios pueden ser necesarios en cada uno de esos puntos.

Una de las claves también pasa por tener claro cómo informar y alertar a la población para huir de la improvisación y luchar contra el boca a boca, cuyos consejos pueden acabar siendo perjudiciales.

Finalmente, debe preverse la coordinación con los medios autonómicos en caso de que sea necesaria su intervención, para lo que hay que fijar un canal de comunicación con el Centro de Coordinación Operativa de Galicia del 112.