Los congresillos provinciales del PSOE en Galicia para elegir a los 56 delegados que participarán el 18 de junio en el comité federal que refrendará a Pedro Sánchez como nuevo secretario general culminaron ayer con la aprobación de las listas de representantes en Lugo y Pontevedra, ambas con solo afines al vencedor de las primarias. En Ourense el sábado tampoco llegaron a acuerdo y en la votación salió adelante la propuesta de los partidarios de Sánchez solo con dos votos de diferencia, con cinco representantes sanchistas y cuatro de la presidenta andaluza, Susana Díaz. Solo en el PSOE de A Coruña se consiguió una lista de consenso que respetó los datos de las primarias. Así, la propuesta aprobada por los socialistas coruñeses el sábado incluye 14 seguidores de Pedro Sánchez, cuatro de Susana Díaz y dos de Patxi López. Este resultado refleja de forma proporcional los votos recibidos por cada candidato a las primarias en la provincia, que apoyó a Sánchez con el 70% de las papeletas.

En Lugo, al igual que en A Coruña, se esperaba una lista de integración de las distintas sensibilidades tras el pacto alcanzado la semana pasada. Ese acuerdo quedó en papel mojado ayer durante el congresillo provincial. Los 11 delegados que le corresponden a los socialistas lucenses son todos partidarios del nuevo secretario general. La lista la encabeza el alcalde de Pedrafita do Cebreiro, José Luis Raposo, y en ella figuran otros regidores como el de Ribas de Sil, Miguel Ángel Sotuela, y la de Guitiriz, Regina Polín. La propuesta del PSOE de Lugo, pese a no respetar las votaciones de las primarias, sí que cuenta con representación de todas las agrupaciones comarcales.

Los intentos de armisticio en el PSdeG de Pontevedra tampoco prosperaron y evidenciaron la fractura interna. Los sanchistas coparon ayer los 16 delegados pontevedreses, tras romper cualquier opción de pacto con el grupo afín al regidor de Vigo, Abel Caballero, que en las primarias fue un firme defensor de Susana Díaz. Los primeros impusieron como primer nombre a Gonzalo Caballero, opción rechazada por el bloque mayoritario de la ciudad viguesa al entender que no buscaba la integración. Ante esa maniobra, la lista sanchista fue aprobada sin la presencia de 70 de los 224 participantes en el congresillo celebrado ayer, que abandonaron la reunión para mostrar su descontento con su exclusión, pero no quisieron votar en contra para trasladar que rechazan entorpecer el proceso interno.

El regidor vigués garantizó su lealtad a Sánchez pese a apoyar a Díaz. La propuesta de Caballero venció con el 57% en la agrupación de Vigo y el acuerdo a nivel provincial estaba cerca el sábado por la noche, pero ayer no llegó a buen puerto. El desencadenante fue el liderazgo de la lista. "Había un proyecto de unidad y Gonzalo Caballero lo reventó. Él es el responsable de la división porque el que pierde en Vigo no puede encabezar la provincia. Su posición personal impone la ruptura", alegó Carlos López-Font, concejal de Vigo.

La alternativa de consenso pasaba por una alineación encabezada por el alcalde de Ponte Caldelas, Andrés Díaz. Pero Gonzalo Caballero fue el elegido y defendió su postura. "En esta etapa del partido no se puede fijar ningún veto. En democracia hay que saber perder y, en este congreso, había una mayoría de delegados que quería una candidatura leal a Pedro Sánchez y la defendemos. Algunos no entendieron que hay que saber perder cuando no son mayoría", declaró. El sector afín al alcalde de Vigo optó por irse de la reunión, que se cerró sin discurso de clausura.