Las lluvias de las últimas semanas no han sido suficientes para desactivar la prealerta por sequía, decretada por la Xunta en pleno invierno. El cambio climático y la que está siendo la primavera más seca de la historia en Galicia han llevado a mínimos históricos el caudal de los ríos en la comunidad, con un 15% menos de recursos disponibles que hace 20 años, y a una merma de la ocupación de los embalses. Aunque el abastecimiento de la población está garantizado, según asegura la Consellería de Medio Ambiente, los niveles de las presas en la comunidad están 16 puntos por debajo de los registrados a finales de mayo del año pasado.

El volumen actual de los embales en la demarcación Galicia-Costa -gestionada por el Ejecutivo autonómico- alcanza el 76,15%, cuando el año pasado superaba el 92%.

Casi cinco meses después de que la Xunta activase la prealerta por sequía, el pasado 12 de enero, Aguas de Galicia hace un llamamiento a mantener la "moderación" del consumo de agua y su uso responsable, ya que, por ahora, la Oficina Técnica da Seca mantendrá el aviso por el bajo caudal los ríos de la cuenta Galicia-Costa.

A mediados de mayo, la Xunta adoptó las primeras medidas para evitar que se agravasen los efectos de la sequía. Y lo hizo reforzando la vigilancia de los ríos de la demarcación Galicia Costa, con restricciones en el riego de obras en aquellas captaciones en las que el agua proceda de los ríos así como otros usos no básicos, como el riego de jardines o el vaciado de fuentes por parte de los concellos para proceder a su limpieza.

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Desde hace dos semanas, la Xunta no autoriza derivaciones temporales de agua para evitar polvaredas que se levanten durante una obra así como otros usos que no se consideren básicos. Este mismo mes, Augas de Galicia también empezó a enviar a los ayuntamientos una circular en la que les urge a acometer restricciones, dentro de sus competencias, en el uso del agua. Tales, como limitar el baldeo y limpieza de calles y el llenado de piscinas, así como optimizar los recursos empleados en el riego o agilizar las reparaciones en las redes de abastecimiento para reducir las pérdidas de agua por fugas.

Las averías en la canalización de agua provocan que cada gallego despilfarre más de 50 litros diarios, cinco más que la media del conjunto de España. Los datos hablan por sí solos: con el agua que pierde Galicia en un año por fugas o averías en la red se abastecería Andalucía durante todo un mes.

Desde la Consellería de Medio Ambiente reconocen que pese a las lluvias de las últimas semanas, el caudal de los ríos no ha alcanzado todavía los valores normales para esta época del año. En la actualidad, los embalses de Galicia-Costa están al 76,5% de su ocupación con poco más de 525 hectómetros cúbicos de agua, casi 20 puntos menos que hace un año, que se encontraban al 92,17%.

Las presas de abastecimiento están al 96,47% de su capacidad, mientas que las de uso hidroeléctrico o industrial se encuentran a apenas un 74,1%. De los nueve embalses de abastecimiento de la comunidad, tres registran una ocupación del 100% -Beche (Abegondo) y Eiras y Zamáns (Vigo)-. Los restantes, salvo el de Vilagarcía que no llega al 56%, presentan niveles por encima del 90%. No obstante, la Xunta vuelve a llamar a un uso responsable ya que "de forma generalizada, los indicadores de seguimiento siguen presentando valores bajos" por lo que "aún no se consiguieron los niveles de normalidad para esta época del año".