El declive demográfico en el que está sumido Galicia afecta a todos los sectores. También al inmobiliario. Un estudio de tres profesores de la Universidad de Murcia concluye que la dinámica demográfica que arrastra desde hace años la comunidad, unida a su menor dinamismo económico, provocan que el mercado de compraventa de viviendas "esté sobresaturado" y "con pocas probabilidades de recuperación".

Desde haca casi dos décadas, Galicia es una comunidad envejecida, lo que significa que tiene más personas sénior que jóvenes. El aumento de la esperanza de vida, la disminución de la tasa de natalidad hasta alcanzar la cifra más baja de los últimos 14 años, el saldo vegetativo negativo (mueren más personas de las que nacen desde hace casi tres décadas) y la marcha de los más jóvenes a otras comunidades y países debido a la crisis son las principales causas de esta situación.

Aunque hay otras zonas en España con un mayor stock de pisos sin venderstock, en Galicia, debido a la crisis demográfica y a la menor fortaleza económica "llevará tiempo absorber el stock de viviendas", según recoge el informe de la Universidad de Murcia. En cambio, en otras comunidades en las que el mercado inmobiliario está saturado pero tiene potencial de crecimiento "la demanda tenderá a estabilizarse".

"La demanda es el principal problema que tiene Galicia. Su dinámica demográfica no es la adecuada: tiene una alta tasa de envejecimiento, su saldo vegetativo es negativo, llegan pocos inmigrantes...", relata Ramón García Martín, uno de los autores del estudio.

Ante esta situación, explica, y pese a que Galicia no tiene un stock de viviendas comparable al de otras comunidades "sí que le va a ser complicado deshacerse de ella porque no va a tener gente que quiera o pueda comprar las casas".

Si las previsiones se cumplen, en 2020, las personas con una edad por encima de los 65 años en Galicia habrán duplicado a las que tienen menos de 16. En estos momentos, los primeros ya representan una cuarta parte de los residentes en la comunidad, mientras que los jóvenes solo alcanzan el 14%. En la próxima década y media, la comunidad perderá un 8,5% de su población.

Los autores del estudio han dividido las 17 comunidades en tres grandes grupos: las que tienen un mercado de viviendas sobresaturado; las que lo tienen saturado pero cuentan con potencial de crecimiento y las que están menos saturadas y con mayor potencial de crecimiento.

En el primer grupo, además de Galicia, están Asturias, Cantabria, Castilla y León, Extremadura y Aragón. Todas también con un grave problema demográfico. García Martín apunta que "estas comunidades tienen las características de un mercado inmobiliario adverso. Tienen un alto número de residencias con respecto a la población y una alta proporción de segundas residencias, viviendas vacías y casas terminada sin vender. Además, la densidad de población en estas autonomías está estancada".

Dentro de este grupo, los expertos hacen otro subgrupo en el que además de Galicia incluyen a Aragón, Cantabria y Asturias. "En este caso aunque los indicadores del mercado inmobiliario son menos desfavorables y el nivel de ingresos es algo mayor, el crecimiento demográfico es débil", reconoce el profesor de la Universidad de Murcia.

En el segundo grupo, el que tiene un mercado de viviendas saturado pero con potencial de crecimiento colocan a Andalucía, Canarias, Castilla-La Mancha, Valencia, Murcia y La Rioja. Y en el tercero, a País Vasco, Navarra, Madrid, Cataluña e Islas Baleares.