A un mes del verano en el que el turismo gallego confía en hacer su agosto y lograr cifras récord, los restaurantes reforzarán sus plantillas para atender a los turistas que vienen a disfrutar de la gastronomía gallega. También es época de bodas, comuniones, bautizos y demás banquetes que requieren en los salones que ofrecen estos servicios la contratación de personal que atienda a todos los comensales. Los contratos de los conocidos como camareros extra, que trabajan durante unas horas en el establecimiento para reforzar sus equipos en eventos puntuales, ha sido considerada tradicionalmente una bolsa potencial de fraude para la Seguridad Social. Por eso, los inspectores del Ministerio de Trabajo reforzarán este año una vez más sus controles para detectar casos de empleados que no cotizan o que están sin contrato, al mismo tiempo que vigilan que los empresarios no abusen de los contratos a tiempo parcial pese a que los operarios hagan jornada completa. Restaurantes, establecimientos para banquetes, bares o puestos de comida en ferias volverán a estar bajo la lupa del Gobierno. El plan de inspección del Ejecutivo central prevé 3.157 visitas este año en locales de hostelería, solo diez menos que las del año pasado.

De las 3.167 inspecciones realizadas durante 2016, los inspectores aplicaron 788 infracciones que sumaron un total de 3,4 millones de euros. El número de actas de infracción se redujo en un 8% respecto a las registradas en 2015 y su recaudación en un 11% debido a que las visitas también bajaron en un 13% respecto al ejercicio anterior. Las irregularidades por no tener a trabajadores dados de alta en la Seguridad Social y las altas de oficio sumaron 1.191 casos de empleos sumergidos , un 17% menos que los 1.434 aflorados en 2015. En la misma proporción bajó el importe resultante de la liquidación y la recaudación de las cuotas no abonadas a la Seguridad Social de los empleados que o estaban sin contrato o solo cotizaban por media jornada cuando pasaban el doble de horas en su puesto, al pasar de 848.698 a 704.523 euros.

El Ministerio de Trabajo lleva más de diez años vigilando el empleo negro en hoteles y establecimientos que ofrecen servicios de bebidas y comidas en su campaña anual de hostelería, con visitas que se realizan sin previo aviso aunque se refuerzan desde abril y sobre todo en los meses de verano y durante los fines de semana, en horario nocturno, y en los negocios ubicados en las localidades más turísticas. Los técnicos del departamento estatal actúan tanto de oficio como para investigar denuncias y comunicaciones de organismos.

Los hosteleros infractores se enfrentan a sanciones por encima de los 3.000 euros, con recargos del 20% en función del número de trabajadores con contrato irregular. La cuantía también se eleva en base a los meses que los afectados llevan sin cotizar. La tarea de los inspectores de Trabajo, en la mayoría de los casos finaliza en la primera fase de apertura de expediente y es la Tesorería de la Seguridad Social la que se encarga de aplicar las sanciones y recaudar su importe. En el caso de los contratados a media jornada, una vez que se constata que trabajan el doble de horas de las que firmaron y por las que cotizan, la legislación obliga a los empresarios a transformar estos contratos de tiempo parcial a tiempo completo. Lo mismo ocurre con los trabajadores que encadenaron más contratos temporales que los que permite la ley, ya que pasarán a ser indefinidos. Ambos fraudes además están penalizados con 626 euros cada uno.