Las dos personas detenidas la noche del pasado sábado en la manifestación en contra del desalojo de un local okupa en Santiago quedaron ayer en libertad con cargos, según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno.

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) alabó la actuación policial en la manifestación, que se saldó con cargas policiales, dos detenidos y 114 personas identificadas. En la marcha, que partió a las 21.30 horas desde la Alameda, participaron unas 700 personas y transcurrió sin incidentes por las calles del Ensanche compostelano hasta que llegó a la calle República Argentina, cuando un grupo de personas accedió al recinto de un colegio abandonado.

Tras esto, la policía realizó hasta tres cargas y disparos de goma para dispersar a las personas que se concentraban a las puertas del citado colegio. Una vez despejados los aledaños del lugar, los agentes lanzaron botes de humo al interior del recinto y emplearon escaleras y furgones policiales para saltar el muro y acceder al patio donde se encontraban las personas que habían ocupado el centro, que fueron evacuadas e identificadas. Según fuentes del SUP a las que ha tenido acceso Europa Press, u total de 114 personas fueron identificadas por los agentes que participaron en el dispositivo. De ellos, 19 fueron trasladados a la comisaría de Santiago para tareas de identificación. Dos personas fueron detenidas y, tras pasar la noche en dependencias policiales, en la mañana del domingo quedaron en libertad con cargos por resistencia a la autoridad.

A lo largo de la jornada del sábado, un amplio dispositivo policial, compuesto por doscientos agentes y el helicóptero Cóndor, estuvo desplegado por las calles de Santiago debido a la manifestación convocada en apoyo al colectivo Escárnio e Maldizer, que okupó durante tres años un edificio del Casco Histórico compostelano que fue desalojado por orden judicial el pasado 30 de mayo. En esa misma jornada se celebró una movilización que concluyó con una detención y varias cargas policiales y le siguió otra al día siguiente que finalizó sin incidentes.

Además de las Unidades de Intervención Policial (UIP), una veintena de agentes no uniformados también participaron en el dispositivo. Antes del inicio de la marcha, la policía realizó tareas de control en el casco histórico y en los aledaños de la Alameda, punto donde se concentraron los participantes en la protesta. Estos agentes, según apunta el SUP, revisaron mochilas y confiscaron "pancartas, escudos, palos y pasamontañas".

Galiza Nova, la organización juvenil del BNG, denunció la "brutalidad policial" en la manifestación. La organización considera "inadmisible" el papel que tiene en esta situación el Gobierno local de Compostela Aberta: "No hizo ninguna acción para que los colectivos sociales tengan espacios donde realizar sus actividades".