No pocos usuarios del transporte público se quedaron ayer tirados en las paradas de autobús del área metropolitana de A Coruña. Largas horas de espera a ver si pasaba alguno de los servicios mínimos anunciados a escasas horas de que comenzase la jornada de huelga. Una espera que acabó con la paciencia de los trabajadores que veían cómo pasaba el tiempo y el bus no llegaba. No les quedó otra que tomar un taxi o llamar a familiares o conocidos para que les llevasen al trabajo. Muy pocos llegaron en hora a su destino.

"Es incompresible. Me parece bien que hagan huelga, pero que cumplan los servicios mínimos", comentaba ayer indignado un vecino de Santa Cruz, que el lunes había llamado a la empresa Cal Pita para conocer los horarios de los autobuses que circularían ayer por la mañana para que el paro no le cogiese de imprevisto.

"Y no hubo ninguno de los que estaban previstos para la mañana", denuncia. Ni el de las 07.10, 08.10 y 08.30 horas con salida desde Arillo, ni los que partían de Sada a las 07.25 y 09.25, según relataba.

¿El motivo del incumplimiento de los servicios mínimos? Según le explicaron desde la compañía a los usuarios, los piquetes que impidieron salir a los autobuses de línea regular. Sin embargo, en la estación de autobuses de A Coruña la mañana transcurrió sin incidentes, según apuntan fuentes del sector.

Había unos 15 pasajeros a primera hora de la mañana a la espera del autobús en la parada de Santa Cruz que no hacían más que mirar el reloj y acercarse a la carretera para comprobar si llegaba el ansiado servicio para que los trasladase al destino. "La mayoría íbamos a trabajar, y también había algunos niños", explicaba uno de los usuarios. "No quedó otra que llamar a taxis o a conocidos", lamentó.