Si el verano pasado los hoteles gallegos alcanzaron las mejores cifras de los últimos 14 años, este año esperan batir otro récord y aumentar la ocupación entre cinco y siete puntos. Es decir, si en los meses de julio y agosto de 2016 la demanda de alojamiento se movió en el 65%, este año podría superar el 70%, según las previsiones del Clúster de Turismo de Galicia. El presidente de la organización, Francisco González, aclara que en zonas masificadas de la costa gallega -y en especial las Rías Baixas, donde en agosto se cuelga el cartel de completo en muchos alojamientos- el margen de crecicimiento es menor porque ya se mueven en números muy elevados. En el resto de la comunidad -asegura- el auge de Galicia como una marca turística de referencia ha permitido el crecimiento del producto multiexperiencial en la mayoría de geodestinos de la comunidad. Con propuestas encaminadas a dar a conocer la gastronomía, la cultura y la naturaleza de la geografía gallega, el sector va en busca de "ese turista cosmopolita entre 40 y 50 años de clase media-alta que viene a Galicia a disfrutar de una experiencia y de ese slow turismo que le permite disfrutar de una buena comida y un buen paisaje".

Además, la temporada alta en la que los alojamientos hacen su agosto cada año se prolonga más y en sus estadísticas los empresarios turísticos tienen muy en cuenta también los meses de junio y septiembre, sobre todo, la segunda quincena del primero y la primera del segundo. Por lo tanto, si el año pasado en junio, Galicia recibió un 6% más de viajeros, para este ejercicio esperan un crecimiento similar.

La Semana Santa es un buen termómetro para el sector para medir las expectativas del sector cara a la época estival. Y la Pascua de este año no pudo ser mejor con récord histórico y más del 80% de las plazas ocupadas. También los datos en lo que va de año invitan al optimismo, ya que desde enero a mayo la comunidad recibió 1,3 millones de viajeros, 69.254 más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, lo que supone un aumento del 6% y una media de casi 630 turistas más al día. La Xunta destacó ayer que se trata del máximo histórico. Las pernoctaciones también se incrementaron en los cinco primeros meses del año en un 7,3% con un total de 2,4 millones, según las estadísticas sobre la coyuntura turística hotelera publicadas ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La Axencia de Turismo de Galicia destaca que el repunte de viajeros se da tanto en el turismo interno con 416.000 gallegos que viajaron a conocer a otras provincias, el dato más alto desde la crisis; como en el turismo nacional, con un 7,2% más de visitantes de otras autonomías que rozan los 525.000 y suponen el dato más elevado desde el último Xacobeo. El turismo internacional, por su parte, vuelve a alcanzar récord histórico con más de 360.000 viajeros, que representan ya casi la cuarta parte del mercado total.

Al margen de ganar afluencia, el turismo gallego se enfrenta un año más a su asignatura pendiente de subir precios y ganar rentabilidad tras años apretándose el cinturón durante la crisis con tarifas bajas para mantener la ocupación. González explica que los visitantes aún tienen muy presente la recesión pero aunque Galicia sea uno de los destinos con "mejor relación calidad-precio" ese repunte de las tarifas "ya empieza a notarse". En este sentido, los datos del INE revelan que en mayo los precios subieron un 5% hasta los 55,16 y superan en más de tres euros por habitación los 52,62 del año pasado, y también los 54,6 de antes de la recesión. Eso permitió a los hoteles ingresar por cada cuarto 22,18 euros, un 10% por encima de la rentabilidad de 2016 y al mismo nivel que las cifras precrisis. Y eso que la ocupación, con apenas un tercio de las plazas llenas, ha sido la tercera más baja de toda España, solo por delante de Asturias y Castilla-La Mancha. Solo la provincia de A Coruña supera la media gallega al rozar el 40% de ocupación.