Galicia despidió la semana pasada la tercera primavera más cálida en 46 años, desde que hay estadísticas. Pero además la comunidad obtuvo la temperatura más alta de toda España en la estación primaveral. El valor máximo se alcanzó el pasado 24 de mayo en Ourense, donde el termómetro llegó a marcar los 37,6 grados. El pódium lo completan Granada y Bilbao que lograron 37 y 36,4 grados respectivamente el 25 de mayo.

Tampoco fue una primavera lluviosa, por lo que los embalses españoles se encuentran al 54,8% de su capacidad en la primera semana de verano, lo que sitúa este año como el de menos agua embalsada en esta época en el siglo XXI. En Galicia, la demarcación hidrográfica Miño-Sil está en el 65,7% de su capacidad y la de Galicia-Costa, en el 73,2%.

La primavera fue "extremadamente cálida" en Castilla y León, País Vasco, La Rioja, Navarra, Cataluña, Extremadura e interior de Andalucía, mientras que en el resto de la Península, incluida Galicia, resultó "muy cálida".

La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, explicó que no se trata de una de las peores sequías de los últimos años en términos globales de toda España aunque -matizó- sí en algunas cuencas. La ministra insistió en que no hay riesgo de desabastecimiento de agua para la población pese a que se han fijado ya restricciones en el río Duero para la agricultura.

En Galicia la situación cambiará desde hoy y, de hecho, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha activado la alerta amarilla en las áreas montañosas y en el sur de las provincias de Lugo y Ourense por tormentas y precipitaciones que pueden dejar más de 15 milímetros en menos de una hora. El anticiclón abandonará hoy la comunidad gallega pero el mercurio todavía puede superar los 25 grados en la mayoría de las ciudades y en Ourense, incluso podría llegar a los 30 grados. Será mañana cuando una borrasca situada en Irlanda traiga chubascos y tormentas a toda la geografía gallega, además de un descenso de temperaturas.

Por otra parte, el incendio en la parroquia de Quins, en el municipio ourensano de Melón, quedó extinguido ayer a las 18.41 horas tras quemar 20 hectáreas, según informó la Consellería de Medio Rural. Este es el segundo fuego forestal que afecta a la parroquia de Quins en apenas unos días. El pasado miércoles quedó extinguido un incendio luego de calcinar una superficie de casi 60 hectáreas.