La Xunta inició ya, en pleno conflicto con el sector, el procedimiento para la contratación de las nuevas líneas de transporte que caducan en agosto tras la renuncia de la empresas. El presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, asegura que se "blinda el empleo" y que si alguna de las concesionarias "acredita pérdidas" la Administración autonómica se sentará a negociar para resolverlo. Por esta razón, alegó que tiene la "obligación inexcusable" de licitar ya las nuevas concesiones la próxima semana.

Hasta esa fecha, el titular de la Xunta explica que seguirá negociando con sindicatos y patronal. "Nosotros no nos levantaremos nunca de la mesa de negociación", aseguró. "Lo que aprobamos hoy es un acuerdo marco general, ahora quedan flecos importantes". En cualquier caso, y ante la huelga indefinida anunciada para la próxima semana, advirtió que "si el acuerdo depende del empleo, el empleo está blindado. Si depende de otras circunstancias...". Así aclaró que mientras los sindicatos defienden sus puestos de trabajo, la patronal defiende sus cuentas de explotación.

Además avanzó que se limita el número de contratos a los que puede acceder cada empresa para favorecer a las compañías de menor tamaño. Precisamente éste es uno de los aspectos que critica la patronal, que considera que la exigencia mínima de una flota de 15 autobuses penaliza a las actuales firmas de transporte del rural , que son pequeñas y, según alegan, no podrán competir. "Queremos que las empresas pequeñas puedan mantener sus contratos", rebatió Feijóo, tras el Consello de la Xunta.