El alcohol y las drogas son un auténtico cóctel molotov para la conducción. Pese al refuerzo de los controles, el incremento de campañas de concienciación y el endurecimiento de las multas, son cada vez más los conductores sorprendidos con una copa de más al volante o tras haber consumido alguna sustancia estupefaciente. Y las consecuencias en carretera son nefastas. Así lo revelan las autopsias practicadas a los fallecidos el año pasado en la red viaria gallega. Casi el 40% de los conductores, peatones o ciclistas muertos en accidentes de tráfico en Galicia en 2016 dieron positivo en alcohol o drogas, 10 puntos más que hacía solo un año.

Hasta un total de 114 de los 143 fallecidos el año pasado todo tipo de vías de la comunidad fueron sometidos a examen por los forenses del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) -se descartaron los pasajeros y aquellas víctimas cuya muerte fue diferida y con tratamiento médico-. De ellos, un total de 45 revelaron la presencia de alcohol o drogas en su organismo.

La memoria del Imelga del año pasado y el balance de positivos en los controles de la Guardia Civil ponen de manifiesto lo difícil que resulta concienciar del riesgo que acarrea ponerse al volante bebido o bajo los efectos de las drogas. En Galicia ya saltaron las alarmas cuando empezaron a realizarse los primeros narcotest. Entonces, la comunidad gallega se convertía en uno de los territorios con más positivos por consumo de drogas, solo por detrás de Andalucía y Valencia. Y en el caso del alcohol, ya es la segunda autonomía, solo superada por Andalucía, con más denuncias por ponerse al volante con una copa o cerveza de más.

Tendencia

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Si en 2015 eran un 30% los fallecidos en las carreteras gallegas que iban bajo las influencias del alcohol y las drogas, el año pasado el porcentaje se disparó hasta el 40%. De las 114 víctimas mortales a las que el Imelga les practicó la autopsia, 45 dieron positivo. De ellos, 38 fueron por consumo de alcohol, lo que supone el 33% del total. En 31 casos solo se encontró alcohol como elemento tóxico, en otros cuatro fueron combinados con drogas y en tres con psicofármacos.

De los 38 positivos por alcohol, un total de 32 casos superaban los límites permitidos para los conductores en general (0,5 gr/l sangre) y de estos, casi el 80% estaban por encima de 1,5 gr/l sangre). La presencia exclusiva de drogas se detectó en dos casos y la de psicofármacos, en cinco.

Ante el incremento de los positivos y los recientes accidentes mortales ocurridos en carretera con consumo de alguna sustancia por parte de los conductores implicados, el Ministerio del Interior ya anunció una batería de medidas para sacar de la carretera a los reincidentes en alcohol o drogas, aquellos que en solo dos años acumulen al menos dos sanciones por alcohol o drogas. A esos infractores les será retirado el permiso de conducir y no lo recuperarán hasta que las autoridades sanitarias confirmen que ya han superado su dependencia del alcohol o las drogas.

Desde la Fiscalía gallega se ha promovido la creación de un equipo de criminólogos con el objetivo de que se ajuste cada pena al perfil del conductor condenado. Con este proyecto pionero a nivel autonómico, el fiscal de Seguridad Vial en Galicia, Carlos Gil, se propone garantizar la reinserción de estos automovilistas de riesgo con la elaboración de un informe criminológico de cada encausado por delitos viarios, lo que permitirá proponer al juez la adopción de la pena y medidas más adecuadas para evitar la recaída en este tipo de delitos. El equipo, según avanza Gil, ya está "a punto" de empezar a operar.

La Fiscalía también pedirá responsabilidad penal de terceros que no actúen de buena fe. Es decir, familiares o amigos que permitan conducir a una persona que saben que ha bebido o consumido alguna droga y se vea implicada en un accidente mortal o grave. Por ello, se enfrentarán a multas, trabajos en beneficio de la comunidad o la privación del permiso de conducir.