La huelga de examinadores de Tráfico ha hecho tocar fondo a las autoescuelas. La protesta iniciada el pasado mes de junio ha obligado a suspender una media de 300 a 400 pruebas diarias en Galicia y el anuncio de que el paro se haga indefinido a partir del 4 de septiembre ha borrado de un plumazo los ingresos con los que los centros de formación preveían salvar la temporada baja. Desde la Federación Gallega de Autoescuelas, su presidente, José Manuel López Marín, advierte de la grave situación económica en la que el paro de los examinadores, en plena temporada alta, les ha dejado. Hasta tal punto, que ya hay centros de formación de conducir en la comunidad que ya preparan despidos de la plantilla e incluso el cierre por no poder hacer frente a los pagos de nóminas, impuestos y mantenimiento de su parque móvil e instalaciones.

"Es legítima la protesta. El problema para los profesionales de las autoescuelas es que estamos sin servicio y cientos de alumnos no podrán examinarse este verano y quién sabe si en otoño", advierte del también vicepresidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas.

Los examinadores de Tráfico mantendrán la protesta mientras la DGT no atienda su principal reclamación: un complemento específico de 240 euros mensuales para retribuir las características del puesto, complejidad técnica y peligrosidad así como a la falta de seguridad a la que -aseguran- se exponen porque en muchas ocasiones si el alumno no pasa el examen, la reacción puede ir desde insultos hasta agresiones. Tráfico rechazó de plano esta propuesta porque supondría un "agravio comparativo con el resto de personal", tanto de Tráfico como del resto de la Administración General del Estado, pero ya aprobó la creación de una escala laboral específica que permitirá a los examinadores cobrar unos 1.500 euros más al año.

"Han disfrazado sus reclamaciones y eso tiene consecuencias. Su huelga nos destruye totalmente", advierte el presidente de la Federación Gallega de Autoescuela. Y lo hace, apunta, por dos razones: al convocar una protesta de manera "imprevista" y por generar un ambiente que provoca la caída de las matriculaciones de alumnos al no saber cuándo se van a retomar los exámenes.

Solo con los paros convocados en junio y este mes -fijados para los martes, miércoles y jueves- son casi 6.000 los aspirantes al carné de conducir en la comunidad gallega que tendrán que posponer su examen al menos hasta otoño. El sindicato CSIF, que apoya al colectivo de examinadores en sus reivindicaciones, advierte de que las protestas acabarán generando una lista de espera en los exámenes de conducir de al menos seis meses, hasta enero o febrero del próximo año.

Desde la Confederación Nacional de Autoescuelas advierte de que se necesitarán meses para la disolución del "tapón colosal" formado por los alumnos que no se han podido examinar desde el mes pasado. "Disolverlo llevará meses", lamentan.

Para dar solución a la escasez de examinadores que denuncia la plantilla desde hace años, con una situación más deficitaria en comunidades como Cataluña, Valencia o Andalucía, el Consejo de Ministros aprobó la semana pasada la creación de una especialidad de Tráfico y la convocatoria de un total de 505 plazas en todo el país antes de fin de año: 435 de promoción interna y 70 nuevas. Pero para los examinadores, la decisión de Tráfico no resuelve el conflicto, por lo que irán a una huelga indefinida a partir de septiembre.

Ante el anuncio de la extensión de los paros a otoño, el director de Tráfico, Gregorio Serrano, pidió comparecer en el Congreso para explicar la postura de su departamento ante la huelga de los examinadores. Por el momento todavía no se ha fijado la fecha.