Nueve meses después del arranque de su tercer mandato y ostentando la única mayoría absoluta autonómica de España, el presidente de la Xunta y líder del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, se siente "tan ilusionado como en la primera legislatura" y ciñe su "futuro político" a dirigir el Ejecutivo autonómico. "Cualquier aspiración que tuviere, hoy me siento igual o más legitimado de lo que me sentía hace dos años", afirma al ser preguntado por sus aspiraciones políticas.

Acostumbrado a medir los tiempos y anunciar cada paso cuando él decide, Feijóo destaca que ahora mismo está centrado en presidir Galicia, sin dar más pistas sobre sus aspiraciones, pero también sin cerrar puertas.

Preguntado sobre si se puede atribuir su aparente menor presencia pública en Madrid a que ha descartado definitivamente el salto a la política estatal, Feijóo asegura que la situación, en lo que atañe a su futuro político, es "igual que hace dos años", con la única "diferencia" de que ha sumado su tercera mayoría absoluta.

"En relación a mi futuro político, es exactamente igual hoy que hace dos años, con una diferencia: hace dos años tenía que ver si era capaz de ser presidente de la Xunta por tercera vez y hoy, gracias a los gallegos, es una asignatura aprobada", destaca en una entrevista a Europa Press.

Reivindica además la "estabilidad" que la mayoría absoluta del PP gallego da a las instituciones gallegas y también que no haya "líos" o que su Ejecutivo pueda aprobar el presupuesto sin necesidad de "pactos" con Podemos que después tenga que "someter a las bases del partido".

Si Feijóo, que ha sido padre este año, tiene en mente un futuro ajeno a la política -por ejemplo en la empresa privada-, tampoco lo revela. Y es que el presidente de la Xunta se siente "tan ilusionado como en la primera legislatura", sobre todo después de que los gallegos le hayan convertido en "el único" presidente autonómico con mayoría absoluta".

Oposición

En frente, el líder del PP gallego apunta a la división en el seno de En Marea y a la ausencia de un liderazgo claro en el PSdeG, con un BNG "con seis escaños", y se reafirma en que, si él hubiese perdido la mayoría absoluta, "sin ninguna duda" Galicia tendría ahora "un presidente de las mareas de Podemos" con dos vicepresidentes "de PSdeG y BNG".

Tras los recursos de empresas del sector del transporte al plan de la Xunta, advierte de que su Gobierno "no puede recibir un varapalo judicial por cumplir una sentencia del Tribunal Supremo". Llegado el momento, si hace falta, la Xunta recurrirá a la adjudicación directa de las líneas de autobús. Con todo, aún no sabe si será necesario, y remarca que las resoluciones del proceso, con las empresas presentadas, "tendrán una motivación expresa en función de parámetros objetivos de calidad, antigüedad de los autobuses, disponibilidad y precios".

Sobre la polémica en torno al traspaso de la AP-9, advierte de que cuando él tomó posesión, la autopista "no había sido transferida, después de 16 años de Fraga y del Gobierno que presidía Emilio Pérez Touriño".