Un total de 145.217 peregrinos han completado alguna de las variantes del Camino de Santiago en lo que va de año y han llegado a la capital gallega, el 90% por motivos religiosos. La Praza do Obradoiro recibió ayer, coincidiendo con el Día de Galicia, a numerosos peregrinos que a su llegada, y tras varios jornadas de Camino, destacaron la "amabilidad y cercanía" de las personas que lo realizan. Además, algunos señalaron que este viaje "engancha", por lo que ya "planifican" el siguiente. En la mañana del martes llegó a Compostela David Sanz, un caminante de Valladolid que, desde Ponferrada, inició su camino hace nueve días. Emocionado, declaró a Europa Press que realizó este viaje para "descargar" y "evadirse" de problemas familiares, laborales y de salud. Acompañado por "ya dos amigos de camino", destacó "el sufrimiento" que provoca "en alguna ocasión" la ruta; pero también la "cercanía" y "el apoyo" que se dan entre los peregrinos.

"En la segunda etapa, la más dura, yo necesité apoyo y ánimo y los compañeros del Camino me lo dieron sin dudarlo. En la sexta etapa, una compañera se vino abajo, y yo la animé. Eso es lo bonito de este viaje", explicó. Además, Sanz ha preparado el viaje para llegar exactamente en el Día de Galicia: "Era importante llegar este día por varias promesas que he realizado".

Por el Obradoiro también pasó a su llegada a Compostela desde Astorga, Isabel Sanz, una leonesa que, acompañada por su hija, inició el Camino hace 10 días. A su viaje le pone una nota de 11 sobre 10 y resaltó el "alto nivel de convivencia" que exige el Camino como el elemento más positivo. Además, aclaró que "siempre" han tenido "su espacio", pero "siempre ha habido alguien cerca". Nada más llegar a Compostela ya estaba pensando en la próxima ruta de peregrinaje que realizará. "Todos decían que esto enganchaba y la verdad es que estaban en lo cierto", aseguró.

Y también con sus hijas como acompañantes hizo su entrada en la capital gallega el lunes la zaragozana Inma Miguel, por primera vez como peregrina a Santiago desde su salida hace cinco días de Ferrol, siguiendo el Camino Inglés. Eligió esta variante por los paisajes que atraviesa y calificó el viaje como una experiencia "muy bonita y tranquila".

Desde Estados Unidos, Marisol Urquizu, de origen mexicano, hizo ayer una parada en la Praza do Obradoiro ayer pero esa no era su meta. Continuará hacia Fisterra durante otros cuatro días. Urquizu escuchó hablar del Camino "hace cuatro años en la televisión", algo que le resultó "muy curioso". Así, destacó los "hermosos paisajes" y, al igual que muchos otros peregrinos, quedó "impresionada" por la "amabilidad y la solidaridad" de los caminantes con los que se encontró en su ruta.

Esta mexicana realizó esta ruta como un método para "revivir la fe" y "acercarse a Dios", pero también afirmó la riqueza cultural que la ha aportado el Camino. Y en este sentido relató una de las vivencias "más curiosas" de estos cinco días: la realización de una boda entre dos peregrinos italianos en la localidad de O Pedrouzo, en la que alguna gente de la zona "se involucró" aportando "flores y arroz".