"Mi relación con Pablo Crespo no era nada estrecha, absolutamente política", acaba de declarar el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en su declaración como testigo en el caso Gürtel, al ser preguntado por uno de los cabecillas de la presunta trama de corrupción que salpica la financiación del PP.

Preguntado por el número dos de las empresas de Francisco Correa, el supuesto cerebro de la trama, Rajoy recuerda que cuando Pablo Crespo, de Pontevedra, era secretario de Organización del PPdeG él estaba en Madrid y era diputado en el Congreso. Como parlamentario cuando viajaba a Galicia y participaba en actos del partido, coincidía con Pablo Crespo, expuso el titular del Gobierno español, pero poco más. "Mi relación no era nada estrecha, absolutamente política", remarcó Rajoy.

Pablo Crespo se fue a la capital española a trabajar con Correa, y el propio Correa confesó ante el juez que lo fichó porque se lo había recomendado el exconselleiro José Cuíña, quien previamente le había nombrado secretario de Organización del PPdeG. "Es oro molido", dijo Correa, que le había dicho el que durante años fue delfín de Manuel Fraga.

Pese al traslado de Correa a Madrid, Rajoy apuntó que en la capital "no tuvo relación" con Crespo, aunque las empresas para las que trabajaba para Correa, tenían contratos con el PP. "Tenía idea de que trabajaba con Correa, pero no sé desde cuando lo sé, cuatro años, ... no sé", afirmó.