El bloqueo de los convenios colectivos en el sector del transporte provocó que a finales de junio y principios de julio Galicia viviese varias jornadas de huelga de autobuses, a lo que se sumó el rechazo al plan de la Xunta para reorganizar las líneas, cuya primera fase empezará a funcionar desde el próximo martes. El Gobierno gallego consiguió con los representantes sindicales una cláusula de subrogación del empleo para los nuevos contratos. Pero estaba pendiente la renovación de los convenios colectivos con las empresas. La jornada de ayer era clave porque si las negociaciones no prosperaban se retomaría el paro en las estaciones de autobuses, que finalmente se desconvocó de forma definitiva al alcanzar un consenso en todas las provincias.

Las mesas provinciales de Lugo y Ourense ya habían acordado el martes un aumento del 2,6% en los salarios, mientras que en A Coruña y Pontevedra hubo que esperar a ayer para que en la reunión de la mesa autonómica se llegase a un acuerdo. De esta forma, en la provincia coruñesa se aplicará una subida también del 2,6% hasta final de año y luego se incrementará otro 0,4% hasta alcanzar el 3% desde entonces. Y en Pontevedra sindicatos y patronal acordaron subir los sueldos hasta el 3,8%. Estas cantidades tuvieron que ser ratificadas por los trabajadores en la asamblea celebrada anoche, pero al cierre de esta edición las centrales confiaban en que no hubiese oposición a los nuevos convenios.

El secretario de la federación de transportes de CCOO Galicia, Marcos Pérez, destacó que el texto es "satisfactorio" aunque recordó que llegar a él "costó una huelga dura" que se saldó con una "victoria" de los trabajadores. "Se ha logrado un buen acuerdo con la Xunta en cuanto al empleo y un entendimiento con las empresas que parecía imposible", destacó. También resaltó el "importante papel" del Consello de Relacións Laborales, que con su mediación permitió que el conflicto se resuelva con un documento que cumple las demandas "de mínimos" de las dos partes. En la misma línea se pronunció la portavoz de UGT, Beatriz Meilán, quien aclara que para la parte social la renovación de los convenios con las subidas de salarios acordadas "responden a la recuperación de poder adquisitivo de estos años", al mismo tiempo que "no supone un lastre" para las compañías de autobuses.

Pese a la resolución de los dos frentes del conflicto -con la Xunta y con las compañías de buses- los sindicatos avisan de que estarán vigilantes ante la puesta en marcha del plan de transporte del Gobierno gallego desde el martes para comprobar que "no se produzcan problemas en el ámbito laboral".