El tiempo seco y cálido del mes de julio no ha permitido levantar la prealerta por sequía decretada en pleno invierno por la Xunta. Tras la tercera primavera más cálida de la historia, Galicia arrancó el verano con temperaturas más altas que años anteriores y con escasas precipitaciones, un mapa meteorológica que mantiene bajo mínimos los embalses y cuencas de la comunidad. La temperatura media en Galicia el mes pasado se situó en los 24,9 grados, lo que supone 0,62º por encima de los valores normales para esta época del año, según la serie del periodo 1961-2017, tal y como recoge el informe climatológico hecho público ayer por MeteoGalicia.

Además de un mes caluroso, en julio apenas hubo que hacer uso del paraguas. El nivel de precipitaciones registradas el mes pasado se quedó un 42% por debajo de los valores medios. Ya en 2016, julio había sido uno de los más cálidos y secos de la serie histórica.

El arranque del verano se caracterizó "por cambios bruscos", según detalla MeteoGalicia, debido a la presencia de aire frío en el Atlántico Norte que dejaron jornadas de inestabilidad en la comunidad. Ya el día 2 se registró un ascenso de temperaturas, pero como ocurrió a lo largo de todo el mes esta mejora no fue prolongada y se mantuvo tan solo durante dos jornadas más. Esos días fueron de fuerte sensación de calor y se llegaron a alcanzar máximas por encima de los 35 grados en algunos puntos del sur de la comunidad, lo que llevó a activar el nivel de alerta amarillo.

Las tormentas también aguaron el mes, en concreto los días 6 y 7, con una intensidad que también obligó a decretar la alerta amarilla por intensas lluvias. Las zonas más afectadas por las precipitaciones fueron localidades de la provincia de Ourense y del sur de Pontevedra, con un nivel de precipitaciones acumuladas en esas dos jornadas equivalente a los valores medios de todo el mes.

Tras un periodo de estabilidad entre el 10 y el 17 de julio, con máximas que llegaron a superar los 40 grados en algunos puntos de Ourense y en la mitad sur de la comunidad se sobrepasó los 35º, se produjo una bajada de temperaturas en el litoral atlántico, que al día siguiente se extendió al resto del territorio gallego.

Los últimos diez días de julio el tiempo resultó muy cambiante, desde días nublados, hasta la entrada de un anticiclón que dio paso a una situación de sol y temperaturas propias de la época estival. El mes se cerró con algunas nubes que dieron paso a un mes de agosto que arrancó con tiempo seco y ascenso del termómetro.

En lo que a temperaturas se refiere, hubo zonas durante el pasado mes donde el mercurio se quedó por debajo de los valores normales para esta época del año. Ocurrió por ejemplo, debido a la inestabilidad de los día 6 y 7 de julio con tormentas y granizo en algunos puntos de la comunidad, en la comarca de Fisterra, donde el termómetro llegó a marcar 1,4º menos que la registrada de media desde 1981. En la otra cara de la moneda se encuentra el interior de la provincia de Lugo y algunas localidades del este de la provincia de Ourense, con casi dos grados por encima de los valores normales.

En cuanto al nivel de precipitaciones, Galicia registró un 42% menos que los valores medios para el arranque del verano. Sin embargo, en A Baixa Limia se produjeron lluvias intensas, superando hasta un 400% los niveles habituales en esa zona para esta época del año.

Año hidrológico

Este año hidrológico, que comenzó el pasado 1 de octubre y finalizará el próximo 30 de septiembre, está siendo el más seco de los últimos cinco años en España, al registrar una acumulación de precipitaciones media de 507 litros por metro cuadrado frente a los 578 litros recogidos durante el mismo periodo de 2016, los 563,2 de 2015, los 582,9 de 2014, y los 777,1 de 2013.

Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), los 507 litros por metro cuadrado registrados hasta el 31 de julio suponen un 12% por debajo del valor medio, que es de 579 litro por metro cuadrado. Por zonas geográficas, las cantidades acumuladas no llegan a superar los valores normales en gran parte de la mitad occidental e interior peninsular, Navarra, La Rioja, Teruel y diversas áreas de Cataluña, quedándose por debajo del 75% del valor normal una extensa área que abarca Galicia, Asturias, Cantabria y gran parte de Castilla y León, algunas zonas de Canarias occidental y zonas aisladas de Extremadura e interior de Andalucía, informa Europa Press.