Las conclusiones que el grupo de sabios en financiación autonómica entregó al Ministerio de Hacienda a finales del pasado mes de julio marcan el rumbo para la reforma del sistema. En teoría. La decisión de acudir a ellos en busca de propuestas de mejora fue la señal más clara de la intención del Gobierno de llevar adelante una modificación a fondo de las reglas para el reparto de los fondos entre las comunidades, pero la minoría parlamentaria del PP, el conflicto catalán e, incluso, las grandes diferencias entre los propios expertos encargados del informe, no ponen muy fácil el reto de lanzarse al reequilibrio de las cuentas.

Entre el territorio mejor financiado, Cantabria, y el peor, Valencia, la distancia supera los 720 euros, según el análisis publicado ayer por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) y elaborado por Ángel de la Fuente -uno de los investigadores de referencia en España en el tema y miembro, precisamente, del comité de expertos por designación del Gobierno-, a partir de los resultados de la última liquidación de las cuentas con las comunidades, las de 2015, que acaba de publicar el departamento que dirige Cristóbal Montoro. Galicia empeora ligeramente su peso en la distribución de los recursos, aunque se mantiene en el grupo de las que reciben más que la media. Unos 100 euros por cada habitante en su caso.

Los impuestos cedidos por el Estado a las comunidades -sobre todo el de Sucesiones, Transmisiones Patrimoniales, juego, matriculación y electricidad- aportaron a Galicia 901 millones. El resto de gravámenes especiales y los tramos autonómicos de IRPF e IVA sumaron en 2015 otros 4.510 millones. Parte de esa recaudación va al Fondo de Garantía (para los servicios públicos fundamentales), que luego inyectó 1.332 millones a la comunidad. Del Fondo de Suficiencia (acorde a las competencias transferidas por el Estado) recibió 575 millones. Los ingresos vinculados al impuesto a depósitos bancarios y otras pequeñas partidas -como las destinadas a normalización lingüística- elevan el saldo final de la financiación a Galicia a 7.205 millones.

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En función de la población -no la real, sino ajustada al perfil de necesidades de cada zona por el envejecimiento o la dispersión-, el reparto por habitante en Galicia asciende a 2.462 euros. La media en el último ejercicio liquidado por Hacienda fueron 2.354 euros. Galicia es la octava comunidad en la tarta de la financiación. Ni está entre las de mayor peso, ni tampoco entre las infrafinanciadas, a pesar del ligero retroceso de tres décimas en el ranking. Si la media es 100, Galicia se sitúa en 104,6. En 2014 fueron 104,8. A la cabeza está Cantabria, con 123,4; le siguen La Rioja (120,8), Extremadura (114,4), Baleares (108,4) y Castilla y León (106,8). Los cinco territorios por debajo de 100 son Valencia (92,5), Murcia (95), Andalucía (96,5), Madrid (98) y Cataluña (98,2).

Las variaciones anuales de todas son muy bajas. Galicia está entre las ocho que registran descensos. No porque hayan recibido menos recursos, sino porque en otras comunidades aumentaron más. "La excepción a esta norma es Canarias, que gana más de cuatro puntos de financiación relativa por habitante ajustado", como subraya el análisis, que lo vincula a los acuerdos para el archipiélago que permitieron al PP conseguir el respaldo de Nueva Canarias para sacar adelante los Presupuestos de 2017.

El montante de la financiación autonómica registró "una subida muy significativo" del 6,9%, hasta los 102.710 millones. "El análisis de los flujos de caja del sistema revela que esta situación favorable", añade el informe de De la Fuente, "se ha mantenido hasta el año en curso". Los recursos crecieron un 9,5% en 2016 y un 7% en 2017. Los destinados a Galicia aumentan muy por debajo de la media. Un 7,2% y un 4,5%, respectivamente, según las estimaciones del estudio. Para el próximo 2018, la comunidad sí acumularía una mayor subida, de un 4,4%, frente al 4% estatal.