Quince meses después de haber ganado las primarias para ser cabeza de cartel del PSdeG en los comicios de septiembre, Xoaquín Fernández Leiceaga encara otro proceso similar para liderar el partido. Defiende que puede "ayudar a recuperar la hegemonía en la izquierda, concitar apoyos transversales y unir el partido" mejor que sus rivales, Juan Villoslada y Gonzalo Caballero.

-¿Qué le ofrece al PSdeG?

-Necesitamos un partido fuerte que abandone la interinidad de estos años y, para eso, es necesario una dirección que responda a las necesidades de la militancia, sin tutelas de ningún tipo. Se trata de que el PSdeG sea un referente en la izquierda, porque no hay ningún liderazgo orgánico si no se acompaña de un liderazgo socialy para ello necesitamos poner en marcha ideas y proyectos. ¿Y para qué? Para acabar con la larga hegemonía conservadora en Galicia, que lleva gobernando 30 de 36 años autonómicos y es un desequilibrio inaceptable. Se trata de poner en marcha un proyecto que permita gobernar la Xunta con garantías. Eso significa recuperar el electorado perdido por la izquierda y, por tanto, la hegemonía en la izquierda, y generar confianza para tener capacidad transversal de concitar apoyos. Puedo ofrecerlo en mayor medida que otros candidatos.

-¿Qué ha cambiado para que opte a ser secretario xeral cuando el año pasado rechazó cualquier aspiración orgánica?

-Por un lado, un año de gestión del grupo parlamentario. En Galicia este año lo que existió en el partido globalmente fue el grupo e hicimos una gestión exitosa de integración de distintas sensibilidades. Puedo aportar esa capacidad de unir. El conflicto del partido estos años está resuelto. Ganó Pedro Sánchez en Madrid y ahora se trata de integrar.

-Pide unidad, pero ¿vuelve el partido a ser una suma de territorios más que una organización con un proyecto autonómico, como sucedía antes de Touriño?

-Hay ejemplos locales muy exitosos de práctica política, sobre todo desde el gobierno, a veces con mayoría absoluta, como en Vigo, a veces con apoyos diversos, como en la Diputación de A Coruña. Tiene mucho mérito. Allí donde el PSdeG lidera, hay más estabilidad, pero falta ser capaz de transformar esa energía en un discurso para el conjunto de Galicia y dar la batalla por la gestión de la Xunta; entre otras cosas, porque sin una opción política para Galicia los proyectos locales también se ven debilitados muchas veces.

-En las primarias para ser cabeza de cartel usted fue avalado por la gestora, que ahora prefiere a Villoslada. ¿Qué le parece?

-Hace un año, la gestora como tal fue neutral; otra cosa es que hubo miembros que trabajaron en una dirección u otra. Y ahora también es neutral y debe seguir siendo así. Me parecen bien todos los apoyos. Lo que tengo claro es que no voy a adoptar compromisos que no se conozcan para ser elegido.

-¿Qué le parece que Besteiro siga teniendo un papel activo en el partido tras su dimisión, apoyando a Villoslada?

-No sé si es así, pero todo el mundo tiene derecho a elegir el candidato que apoya.

-Usted recibió el apoyo de Gonzalo Caballero porque este no alcanzó los avales para optar a ser candidato a la Xunta. ¿Se repetirá ese escenario?

-Los tres precandidatos llegaremos al número mínimo de avales y no contemplo esa situación.

-¿Lastra sus opciones que sus rivales se presenten como la renovación frente a usted, que tiene ya una trayectoria amplia, además de haber apoyado ellos a Pedro Sánchez en las primarias estatales?

-Sánchez ya ganó y, a partir de ahí, todos somos sanchistas; incluso sus más acérrimos contradictores son sanchistas. Esa idea tiene menos valor. Dice poco de un candidato que se tenga que envolver en una candidatura eterna. Aquí no hay que contraponer renovación y experiencia si por la primera hablamos de un criterio puramente de edad.

-La presidenta de la gestora, Pilar Cancela, criticó el tono blando del grupo parlamentario contra Feijóo. ¿Qué le parece?

-El problema de la oposición no es el tono, sino el contenido. Hacemos una clara oposición de contenidos al PP y, a diferencia de lo que ocurrió en Madrid, nosotros le dijimos que no al PP de Feijóo desde la investidura a todos los aspectos políticos significativos. De todas formas, la presidenta de la gestora dijo que no se refería al grupo.

-¿Cómo será su discurso hacia las mareas con la vista puesta en las municipales en 2019?

-Primero, debemos defender nuestras posiciones frente a las mareas sin complejos. Segundo, una relación de respeto, compartimos parte de los valores de la izquierda con una interpretación diferente, por lo que hay posibilidades de acuerdo, pero eso no significa que siempre sea posible. Hay que hacerlo a partir del análisis de la situación política, de los programas y del perfil que tenga la marea en cada sitio, que, como todos sabemos, son muy diferentes. Los acuerdos son imprescindibles para ganar en muchos lugares a las fuerzas conservadoras.

-Antes de iniciarse las primarias, el alcalde de Vigo aseguró que se pondría de perfil. ¿Qué le parece?

-Voy a respetar la tregua estival y estaré en las agrupaciones en septiembre y eso incluye Vigo. Respeto la intención de Abel Caballero de no involucrarse en este proceso y es una persona de referencia en Vigo, pero, sin duda, ahí hay otros militantes que tendrán posiciones más intervencionistas y hay que aceptarlo con total naturalidad. Trataré de ir a Vigo y pediré que los militantes me apoyen sin ningún tipo de problema.