La DGT trata de poner fin a la huelga de examinadores que solo en Galicia ha dejado una lista de espera de casi 6.000 alumnos pendientes de examinar y ha generado montañas de facturas en las autoescuelas. Un conflicto que en los últimos días, según advierten desde los centros de formación, se ha agudizado ya que en aquellas provincias donde los funcionarios de Tráfico no están de vacaciones y continúan con los exámenes han optado por la "táctica" de suspender a los aspirantes al carné de conducir. Esta "maniobra" -sostienen- no hace más que "agravar el tapón" creado con la protesta iniciada en junio y colocar así a las autoescuelas en el punto de mira "al intentar hacer ver que se manda a los alumnos a examen con una preparación deficiente".

Martes 22 de agosto es la fechae en que la DGT ha citado a los funcionarios, dos semanas antes del inicio del paro indefinido anunciado por la plantilla de examinadores. Y es que si el Gobierno central no atiende su principal reivindicación -un aumento salarial de al menos 200 euros mensuales- a partir del 4 de septiembre la huelga ya no se limitará a tres días por semana sino que será indefinida. Desde la Asociación de Examinadores de Tráfico (Axestra) esperan que la cita con la DGT permita desbloquear el conflicto, sin embargo advierten que "en base a la orden del día" no va haber "ningún diálogo ni negociación u ofrecimiento" ya que, argumentan, hasta ahora el departamento que dirige Gregorio Serrano no ha hecho "ni una sola propuesta" que pueda ser estudiada por la plantilla y "ni una sola iniciativa" para poner fin a las protestas.

"Por nuestra parte sí estamos dispuesto a dialogar y negociar para resolver el conflicto que está causando muchos problemas a ciudadanos y empresas, sin olvidar que nuestra postura es clara", sentencian desde Asextra. Los funcionarios, advierten, "tendrán siempre la última palabra". Que pasa por el cumplimiento del compromiso de subida salarial ya anunciada para el año 2015 y que todavía dos años después no se ha cumplido, según sostienen desde la plantilla de examinadores.

Desde la Federación Gallega de Autoescuelas, su presidente, José Manuel López Marín, confía en que el conflicto se resuelva en la reunión del día 22. "Se ha creado una crisis económica bestial con esta huelga. Esperamos que salga humo blanco de ese encuentro para que se reconduzca el servicio. Es injusto que se haga una protesta contra la Administración y que lo paguen los ciudadanos, tanto las autoescuelas como los alumnos", lamenta López Marín.

Las consecuencias de la huelga no tardaron en llegar. La lista de espera para examinarse sumaba cada jornada de protesta en Galicia entre 300 y 400 alumnos pendientes de examen. La incertidumbre ante la resolución del conflicto provocó una estampida de aspirantes al permiso de conducir que ha dejado a las autoescuelas sin apenas matriculados y los pocos que van a examen este mes se vuelven con un suspenso debajo del brazo. La caída de ingresos en las autoescuelas supera el 60%. ¿Las consecuencias? El cierre de centros de formación en algunas de las comunidades más afectadas por el paro, como es Cataluña, y la preparación para septiembre de expedientes de regulación de empleo temporal.