Un incendio que comenzó a las 18.15 horas de ayer en Rebordondo, en el concello ourensano de Cualedro, y que comenzó muy cerca de la A-52, obligó a cortar esta autovía al tráfico rodado en la tarde de ayer, en un tramo de 8 kilómetros en ambas direcciones, por espacio de más de dos horas, así como la Nacional 525 a la altura de Abavides, (Trasmiras).

La Consellería de Medio Rural barajaba ayer como posible causa del incendio alguna chispa producida por el reventón de una rueda de un camión, que había sufrido momentos antes un accidente, en el lugar donde comenzó e fuego.

Es la segunda vez que un incendio obliga a cerrar la A-52 al tráfico en la provincia de Ourense este agosto, al ponerse en riesgo la seguridad vial, tanto por la proximidad de las llamas a la calzada como por las columnas de humo que produjo el fuego restando visibilidad. El otro corte al tráfico en la A-52 se producía el 4 de agosto, en Verín tras llegar hasta la autovía las llamas del incendio que había comenzado el día anterior en la parroquia de Vilamaior, en lo que fue hasta ahora el incendio más grave del año en Galicia, al calcinar cerca de 1.400 hectáreas.

Ese primer corte de tráfico de esta vía rápida que se realizó en agosto de este año causó momentos de pavor entre decenas de conductores. Por eso, ayer el corte al tráfico en la A-52 se realizó sin dilaciones y, minutos después de detectarse el fuego en el arcén de la autovía, esta se cortó al tráfico en un tramo de ocho kilómetros, entre los puntos kilométricos 173 a 181 en Abavides, en el concello de Trasmiras.

Desde las 19.15 horas también se cortó el tráfico en la N-525 en Abavides, en un tramo de siete kilómetros aunque la circulación se apenas media hora después.

Tanto el alcalde de Trasmiras como el de Cualedro, se encontraban ayer en sus concellos para seguir de cerca las labores de extinción. La preocupación era máxima porque Cualedro ocupa el ranking de ser uno de los concellos con la historia más negra en incendios forestales. Los más dramáticos fueron en agosto de 2013, con casi 1.400 hectáreas quemadas, y en septiembre de 2015 sufría el segundo fuego más devastador del siglo en la comunidad gallega, en el que ardieron más de 3.300 hectáreas.

El foco de ayer en Cualedro quedó estabilizado a última hora tras calcinar ocho hectáreas en terrenos próximos a la autovía. Trabajaron en este fuego 28 agente, 17 brigadas, ocho motobombas, 21 palas, cuatro aviones y siete helicópteros.

A lo largo del día de ayer hubo otros focos de incendio en núcleos de Baños de Molgas, Calvos de Randín, Parada do Sil, A Mezquita y Xinzo, todos ellos extinguidos. Este último se produjo cerca de viviendas y fue necesario agilizar las labores de extinción para que el fuego no llegase a ellas pero no hubo daños materiales.