El estallido de la burbuja inmobiliaria en el año 2008 dejó consigo un particular recuerdo de la época dorada del ladrillo: un stock de casi 650.000 viviendas sin vender en el punto álgido de la crisis, en 2009. Para atajar esta situación, el sector tuvo que adaptar su situación a través de medidas en dos frentes. Por un lado, la construcción de nuevas viviendas sufrió un frenazo hasta el punto de que hoy todavía crecen a un ritmo casi 40 veces menor al de hace una década. Por otro, los precios han sufrido un fuerte recorte cercano al 26% desde sus máximos.

Este descenso en los precios ha permitido que los gallegos necesiten casi ocho años menos de salario para saldar el pago de la vivienda. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, los gallegos dedican el 18,63% de su sueldo bien al pago de vivienda en propiedad o bien a las mensualidades del contrato de alquiler. La cuantía total abonada cada año en este concepto asciende a los 5.789 euros. Así, sería necesario aparcar esta cantidad 18,63 años para hacer frente al pago de una vivienda en Galicia, cuyo precio medio se sitúa en los 107.858 euros, según los datos del Ministerio de Fomento, de media.

La cifra contrasta con lo que ocurría a finales del año 2007. Por aquel entonces y con los precios de la vivienda instalados en máximos históricos, los gallegos debían prolongar el pago de la vivienda con ocho años más de sueldo. Entonces era necesario aparcar 26,83 años de sueldo para hacer frente a los 142.457 euros que llegó a alcanzar el precio de la vivienda en Galicia.

Al ajuste de los precios se une el repunte del importe destinado al pago de vivienda por el avance del mercado del alquiler, que cada vez gana más peso, sobre todo en las grandes ciudades. Los 5.789 que abona cada hogar en Galicia, en la actualidad superan en un 17% a los destinados en 2007. El crecimiento sobrepasa al del resto de España, donde lo hace a un ritmo del 3%, hasta los 6.618 euros al año.

Los hogares gallegos dedican casi dos años y medio menos del salario al pago de la vivienda que el resto de españoles, en donde la media ronda los 21,16 años.