La ola de atentados yihadistas cometidos en Europa los últimos años llevó al Ministerio del Interior a reformar las medidas de seguridad e intensificar la vigilancia en todo el territorio. Desde mezquitas, oratorios y locutorios a restaurantes, teterías y domicilios particulares están en el punto de mira de las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado desde que en 2015 se activó el nivel de alerta antiterrorista 4. Con el objetivo de combatir la radicalización islamista, ya el pasado mes de abril policías, guardias civiles, fiscales, jueces, abogados y funcionarios de prisiones en Galicia recibieron la formación específica sobre terrorismo yihadista. Ante los atentados de la semana pasada en Barcelona y Cambrils, el Gobierno central ha dado un paso más: revisar los planes de prevención y actuación ante posibles atentados yihadistas en las ciudades e incluso redefinirlos en función de la celebración de grandes eventos y fiestas patronales.

En una reunión mantenida ayer, el ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, y el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y alcalde de Vigo, Abel Caballero, acordaron elaborar una instrucción técnica para las policías locales sobre terrorismo yihadista, tanto para mejorar el intercambio de información como la reacción de los agentes en coordinación con el resto de Fuerzas de Seguridad y los servicios de emergencia.

Según datos del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado, dependiente de la Secretaría de Estado de Seguridad, son más de 34.000 los focos de radicalización yihadistas identificados en España, de los que un total de 410 están en la comunidad gallega. Con la vigilancia de estos lugares, Interior trata de identificar los colectivos más propensos a sufrir una radicalización violenta y así poder actuar sobre ellos e intentar evitar la captación y adoctrinamiento.

Tras el encuentro mantenido ayer en Madrid, Zoido y Caballero coincidieron en que las juntas de seguridad local son el instrumento "idóneo" para definir las zonas más sensibles en las ciudades que puedan ser objetivo de los terroristas. Los policías locales son, según apuntaron, los que conocen mejor en qué lugares sería necesaria más presencia policial o dónde se precisarían más elementos disuasorios como maceteros o bolardos. Tanto el ministro como el presidente de la FEMP apostaron por revisar los planes generales de seguridad de cada ciudad y estudiar planes parciales para zonas o eventos especiales. Zoido entregó un borrador al responsable de la FEMP porque, según dijo, en este asunto "hay que ir de la mano" para luego elevarlo a una instrucción técnica en coordinación con las policías locales. `

Plantilla

Otro asunto en el que hicieron hincapié para reforzar la seguridad es el aumento de las plantillas de policía local, mermadas en algunos municipios. En concreto, Caballero avanzó que va a plantear que se repongan al cien por cien los efectivos que han perdido las policías locales, e incluso que este porcentaje se supere. Ante ese anuncio, Zoido se comprometió a llevar la propuesta al Ministerio de Hacienda para que el tema quede "desbloqueado".

El próximo 1 de enero, según recordó el alcalde de Vigo, habrá jubilaciones anticipadas de policías locales a los 58 años y en previsión de esas bajas, exigió una "medida de choque" con la celebración de oposiciones lo antes posible. Caballero se mostró convencido de que este proceso se agilizará y, finalmente, las plantillas de la Policía Local estarán cubiertas al cien por cien.

En el encuentro, ambos coincidieron en que estos agentes, además de aumentar en número, deberán estar plenamente informados para poder actuar, especialmente en caso de atentados como los de Barcelona y Cambrils. Sobre estos ataques terroristas, el ministro del Interior dijo que confía en todos y cada uno de los cuerpos de seguridad y pidió que se sigan "redoblando" esfuerzos para evitar más atentados. "Si trabajamos todos unidos podremos ofrecer mejores resultados", concluyó Zoido, quien admitió que "la seguridad cero no existe" pero merece la pena "redoblar esfuerzos" para garantizar la libertad, informa Efe.