El fuego arrasó en España 81.929 hectáreas de superficie hasta el 27 de agosto, más del doble que en el mismo periodo de 2016, cuando ardieron 39.724 hectáreas y un 20% más que en la media del decenio, que se sitúa en 68.260 hectáreas, según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.

El repunte de 2017, tanto por número de siniestros como por la superficie afectada mantiene una distribución similar a otros ejercicios, con el 52% de los fuegos en el noroeste; el 32% en las comunidades interiores; el 14% en el Mediterráneo y el 0,45% en Canarias.

En cuanto a la superficie arbolada, el 37% se quemó en el noroeste; el 32% en el Mediterráneo y el 29% en las comunidades interiores. Mientras, el 56% de la superficie forestal ardió en el noroeste; el 26% en las comunidades interiores y el 16% en el Mediterráneo. El presente año sigue siendo el segundo peor de los últimos diez en cuanto a incendios, por detrás de 2012, cuando se perdieron entre las llamas 189.895 hectáreas de superficie. En la última semana incluida en las estadísticas, del 20 al 27 de septiembre, se quemaron 5.582 hectáreas.