El Buque de Acción Marítima (BAM) que Navantia construye en su astillero de Ferrol para la Armada Española, denominado Furor, fue botado ayer, durante la celebración de un acto interno y que se desarrolló sin invitados.

El buque se desplazó sobre la cama -denominación que se utiliza para nombrar el lugar sobre el que el barco está asentado en la grada- sin ningún tipo de contratiempo. Entró en aguas del interior de la ría de Ferrol a las 18.37 horas, coincidiendo con la pleamar, como estaba previsto.

El de ayer fue un acto atípico en las instalaciones de la antigua Bazán, ya que habitualmente las botaduras suelen ser públicas, con centenares de invitados que acuden a presenciar uno de los hitos de la construcción de un buque, como es el momento de su primer contacto con el agua. Además, tampoco es habitual que se realice este acto con la estructura de la nave incompleta, como ha sido este caso, ya que el barco militar no cuenta ni con la superestructura ni con el palo. Este hecho se debe al bloqueo realizado por los operarios en los últimos meses como medida de presión para hacer cumplir de manera integra el III Convenio Colectivo, como recoge sendas sentencias de las salas de los social de la Audiencia Nacional y del Tribunal Supremo.