Será que la batalla por la independencia, y tal vez sobre todo sus riesgos, ha de tener sus recompensas. El caso es que Carles Puigdemont es, con una enorme diferencia, el presidente autonómico mejor remunerado de España. Sus casi 137.000 euros brutos anuales sobresalen en la geografía de la inmensa desigualdad retributiva entre los máximos responsables de los Gobiernos autonómicos.

Las distancias llegan tan lejos que el presidente catalán casi dobla el salario del máximo responsable de la Xunta sin que sea Alberto Núñez Feijóo el peor pagado de España. Con algo más de 72.000 euros ocupa el octavo lugar.

La extensa casuística que cabe entre los dos extremos admite una muy matizada escala de grises en la que el jefe del Ejecutivo gallego se sitúa casi 6.000 euros por debajo de la media nacional, que se eleva a 78.552 euros, y 9.000 por debajo de Mariano Rajoy, cuyo salario bruto anual ronda los 81.700 euros.

Puigdemont percibe al año en concepto de salario cerca de 33.800 euros más que su perseguidora más próxima, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, que alcanza los 103.090 para ser junto a su colega catalán la única que supera los 100.000 euros anuales.

Con ellos, el vasco Íñigo Urkullu completa el trío de máximos responsables autonómicos que cobran más que el presidente del Gobierno. El presidente catalán percibe al año, por ejemplo, más que el presidente de Asturias, Javier Fernández, y la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, juntos o 50.000 euros por encima de Rajoy, que al hablar de dinero se le oye presumir con frecuencia de que ganaría más ejerciendo su profesión de registrador de la propiedad. El grueso se mantiene, mientras tanto, en una franja de entre los 60.000 y los 80.000

Feijóo cobrará este año un 7,5% más en 2016, mientras que los diez conselleiros que integran su Gobierno también han incrementado en algo más de un 7% sus nóminas, de modo que el coste total del Ejecutivo autonómico superará los 700.000 euros.

El sueldo del presidente de la Xunta asciende este año a 72.679 euros. Es un 7,5% más que los 67.500 que ganó en 2016, y un 8,6% más que la nómina que se fijó en 2013, cuando, en plena crisis, se había reducido el sueldo un 7%.

En 2014 y 2015 lo mantuvo congelado y en 2016 ascendió un 1%, como las retribuciones del conjunto de los empleados públicos.

El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y los otros nueve conselleiros -Facenda, Medio Ambiente, Infraestruturas, Economía, Educación, Sanidade, Política Social, Medio Rural y Mar- tienen asignados casi 63.00 euros por ejercicio, un 7,06% más que en 2016.

Entre todos ellos, el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo supone algo más de 707.000 euros en nóminas, un 7% más que los 660.052 de 2016, cuando el coste había subido un 23% fundamentalmente por el aumento del número de consellerías