La gestión de muchos de los pequeños concellos de Galicia -con no más de 5.000 habitantes- depende de un par de manos. Con pocas dedicaciones exclusivas y alcaldes a media jornada, la realidad va más rápido que las corporaciones municipales y esto se refleja en sus presupuestos. Sus ingresos dependen de otras administraciones, gran parte de los fondos se destinan a mantener en marcha los concellos y los impuestos llevan décadas sin actualizarse. Son algunas de las conclusiones del análisis al que el observatorio de administración local Red Localis somete las cuentas de 2015 de estos ayuntamientos.

La inversión solo se lleva el 24,6%. Mantener la vida diaria del concello en funcionamiento consume el 67,6% del dinero para gastos. Los salarios del personal y para pagar servicios básicos se llevan el 32,8% y el 34,8% respectivamente. Entre estos gastos están el agua, la limpieza, la recogida de basura, el tratamiento de aguas o el mantenimiento de parques y jardines. Por lo tanto, los pequeños concellos casi no tienen margen de maniobras para poner en marcha nuevos proyectos, que requieran fuertes inversiones. Para este capítulo disponen, de media, 465.941 euros, un 24,6% del total. Sin embargo, las cifras por provincias cambian muchísimo. Los 745.000 euros que de media disponen los concellos con menos habitantes de A Coruña o los 673.000 de la provincia de Pontevedra contrastan con los 271.000 que, de media, tienen en la provincia de Ourense. Los de Lugo destinan 458.000 euros para proyectos reales.

Ínfimo gasto social. La distribución del gasto por áreas deja ver que solo un 11,4% está destinado a actuaciones de protección y promoción social, unos 265.000 euros de media, por detrás del gasto en servicios públicos y actuaciones generales y económicas.

Dependencia financiera. La recaudación propia no llega para mantener el funcionamiento de las entidades locales. Al menos, las de menos de 5.000 habitantes. Para ellas, el 41% de los ingresos no financieros viene de la cesión de impuestos y transferencias de otras Administraciones públicas. Tan solo 3,8 euros de cada 10 que ingresan los concellos se deben a recursos propios o cedidos, indica el informe. De otras Administraciones proceden 6 de esos 10.

Catastro sin actualizar desde 1990. Los concellos pequeños parecen inmunes a la oleada de revisiones del catastro que se ha producido en otros municipios con más población. Los datos de Hacienda que recoge la Red Localis indican que el 47% de ellos no ha actualizado su catastro desde, al menos, 1990. Un 62% si se cuenta desde 2000. Esto no solo incumple la ley, que pide revisarlo cada 10 años, sino que supone una pérdida de recaudación del IBI y un agravio comparativo para las propiedades. El recibo del IBI en estos concellos es inferior a la media de España. El tipo medio es del 0,56% para inmuebles urbanos a pesar de que el techo que establece la normativa estatal está en el 1,10%.

Otros impuestos. Los concellos son más estrictos a la hora de recaudar otros tributos, pese a que no suponen una gran diferencia en los ingresos. Sin embargo, el informe indica que hay margen para elevar la recaudación con el Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, que solo aplican el 15% de los concellos y con tasas más bajas de las recomendadas.