El alcalde del municipio lucense de Portomarín, Juan Serrano, informó ayer de que el nivel del embalse es tan bajo, a causa de la sequía que viene padeciendo la provincia de Lugo en los últimos meses, que ya se pueden ver las ruinas del pueblo antiguo -inundado en los años 60, cuando se construyó el embalse de Belesar- y que "casi se pueden visitar".

El regidor local explicó que "son casi visitables" porque "normalmente cuando las ruinas quedan al descubierto" aún tienen que pasar unos días para que la tierra se seque, porque de lo contrario hay "mucho barro", lo que "dificulta el paseo" por el pueblo.

De hecho, recordó que algunos visitantes intentaron acceder en coche demasiado pronto, en otros años de sequía, y luego "tuvieron dificultades para salir".

Consciente del interés que suscita la posibilidad de visitar las ruinas del antiguo Portomarín, ubicado en pleno Camino Francés a Santiago, el gobierno local encargó la colocación de unos paneles informativos sobre la vieja villa y el traslado del pueblo a su nueva ubicación.

Son paneles, explicó Juan Serrano, que ofrecen además la posibilidad de ampliar la información a través de códigos que despliegan nuevos contenidos mediante una aplicación móvil.

Por otra parte, la reserva hidráulica cayó la última semana en 79 hectómetros cúbicos en la comunidad gallega, de forma que las cuencas del Miño-Sil y Galicia Costa se encuentran respectivamente al 53,7% y al 57,2% de su capacidad.

Así se desprende de los datos publicados ayer por el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama).

La reserva de la cuenca Miño-Sil contiene 1.626 hectómetros cúbicos, frente a los 1.695 de la semana pasada, lo que supone una disminución de 69 hectómetros cúbicos. Hace un año, la reserva se situaba en 2.028.

En cuanto a la cuenca de Galicia Costa, tiene 391 hectómetros cúbicos, de modo que, frente a los 401 de la semana anterior, la reducción es de 10 hectómetros cúbicos. Hace un año la reserva estaba en 446 hectómetros cúbicos.