"Que todo el territorio gallego tenga una cobertura de emergencias profesional y en un tiempo razonable". Ese es según el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, el objetivo del nuevo modelo de emergencias de Galicia, que confía en que se empiece a definir en el último trimestre de este año para que empiece a funcionar en 2018. Para tratar de cumplir ese plazo, el Gobierno gallego, las diputaciones y los concellos formarán parte del grupo de trabajo para crear este nuevo sistema "profesional" y "estable". En la primera reunión de la Comisión Galega de Protección Civil celebrada ayer en la Escola Galega de Administración Pública se acordó la creación de este grupo que estará integrado por siete representantes del Ejecutivo autonómico, otros siete de las administrciones locales, cuatro de los entes provinciales y otros tres designados en consenso entre todos los ayuntamientos.

Rueda destacó que el arranque de este grupo coincide en un momento en el que tanto la Xunta como los municipios están en fase de elaboración de las cuentas para el próximo 2018. Por eso, cree que algunos "temas" del nuevo modelo podrían contar con una partida ya en los presupuestos del año que viene porque -insistió- el próximo ejercicio ya tendría que estar "definido" el sistema con "los compromisos que debe asumir cada ente". Uno de los debates que más polémica ha suscitado en el cambio de modelo es la gestión de los parques de bomberos. Las diputaciones reclamaban una gestión directa en lugar de indirecta para evitar despidos y la Xunta les respondió que para llevar a cabo ese proceso son los organismos provinciales los que tienen que garantizar el futuro de los trabajadores, es decir, asumir los costes de futuras indemnizaciones y de posibles incrementos de costes. Rueda destacó que una vez explicadas sus condiciones en este tema a las diputaciones, que son las que tienen la competencia por ley, todas se mostraron de acuerdo menos la de Pontevedra.

En la reunión de ayer, el vicepresidente gallego señaló que los parques de bomberos de las ciudades gallegas también deben encargarse de atender las emergencias que surjan en los municipios de su entorno "sin descuidar" la atención a sus ayuntamientos debido a que los entornos de las urbes no están cubiertos por los parques comarcales y "hay que invertir y cubrirlos". De ahí, que el Gobierno gallego apueste por un sistema de comarcalización en lugar de uno de isocronas que tenga en cuenta para elaborar el mapa de emergencias solo el tiempo estimado entre dos puntos. "Se pueden llegar a acuerdos dejando atrás las diferencias políticas que en esta materia no deberían ser el criterio", apuntó Rueda. Añadió que, en concreto, el tema de la gestión de parques de bomberos está ya "bastante discutido", por lo que "aunque no se va solucionar en tres meses lo que se lleva 15 años discutiendo, como son asuntos que ya se conocen, esperamos que vayan rápido.

La Comisión Galega de Protección Civil también aprobó ayer planes para empresas con riesgo en su actividad, para ayuntamientos en riesgo de inundación y para atajar grandes incendios.