La crisis y el endurecimiento y los cambios en el Código Penal están detrás de que el número de gallegos condenados por cometer un delito se incrementase en 2016 por tercer año consecutivo y que, además, esa cifra haya crecido un 50% desde 2018.

Si en 2014 el aumento fue del 0,5% y en 2015, del 1,6%, en 2016 se disparó un 11,7%.

Pese a estas subidas, Galicia presenta una de las tasas más bajas de España con 5,8 personas condenadas en sentencia firme por cada 1.000 habitantes. Es la tercera más baja solo superada por Castilla-La Mancha (5,2) y Castilla y León (5,1). Lideran la clasificación Canarias (8,5), Murcia (8,4) y Baleares (8,2).

Andalucía continuó un año más liderando la tabla de condenados. Uno de cada cinco procedía de esta comunidad (19,6%). Cataluña se mantuvo en la segunda posición con el 15,9% de los sentenciados. Madrid fue tercera con el 13%, según el balance de delincuencia que publicó ayer del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Hombre, de unos 37 años, español y procesado por un delito de seguridad vial. Este fue el perfil de los condenados en Galicia durante 2016, año en el que de nuevo aumentaron las sentencias contra las mujeres.

El informe cifra en 13.581 las personas condenadas adultas en la comunidad, casi 1.500 más que en 2015, si bien el centro advierte de que no se pueden realizar comparaciones debido a que muchas sentencias son por delitos leves que anteriormente no computaban a efectos estadísticos por tratarse de faltas, una figura que suprimió la reforma del Código Penal de 2015.

Pese a ello, se consolida la tendencia al alza, que se viene produciendo en los últimos años, del número de mujeres condenadas por sentencia firme al aumentar el pasado año un 46,8% frente al 4,8% que creció a nivel nacional.

En términos globales, el 83% de los condenados en Galicia fueron hombres frente al 17% de mujeres, y en ambos casos la edad media se situó en los 37 años, si bien analizando por sexo y edad, el grupo más frecuente en ambos casos fue el de 41 a 50 años. A nivel nacional fue el de 18 a 20.

Nueve de cada diez condenados en la comunidad gallega fueron españoles (90,6%) mientras que entre los extranjeros uno de cada tres procedía de países comunitarios, aunque atendiendo a la tasa de condenados por cada 1.000 habitantes mayores de edad, el volumen de condenados extranjeros fue casi tres veces superior a los españoles.

Esta tendencia sucede desde hace años, como también que la mayoría de los condenados lo fueron por un delito (78,7%).

Mientras que los enjuiciados que tenían otro delito se redujeron a un 14,2% (1.937), los que arrastraban otras dos infracciones penales apenas llegaron a los 500 y los que acumulaban más de tres delitos fueron 444.

Respecto a los delitos cometidos en Galicia durante el pasado año, casi uno de cada tres estaba relacionado con la seguridad vial (31%), aunque estos representaron un 9,8% menos que el pasado año. Completaron el podio las lesiones, que supusieron el 15,7%) y los hurtos (9,1%).

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