El mensaje del Rey abrió una nueva brecha en la convulsa situación política y social que vive Cataluña. El debate del estado de autonomía no se quedó al margen del conflicto desatado tras el 1-O y ayer los partidos gallegos se sumaron a la ola de reacciones al discurso de Felipe VI, una intervención en la que llamó a restaurar el orden constitucional en Cataluña tras acusar a la Generalitat de "deslealtad inadmisible" hacia "los poderes del Estado" y responsabilizar al Govern de dividir a los catalanes y de poner en riesgo la estabilidad de todo el país. Para BNG y En Marea, la intervención del Rey sobre el proceso catalán es "desafortunado" e "incendia" más el conflicto. El PP califica el contenido de "extraordinario" y "propio del jefe de Estado cuando se está violando la Constitución". Y a medio camino se sitúa el PSdeG, que comparte con el monarca la "defensa del orden constitucional" pero reclama crear "espacios de encuentro y entendimiento".

Por su mensaje "amenazador" y el lenguaje "belicista", Bloque y En Marea censuraron el discurso. La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, critica que Felipe VI se "excediese en sus funciones" de jefe de Estado y le reprocha haber perdido la oportunidad de "ser parte de la solución". De "desafortunado" tacha Pontón el mensaje ya que "cierra la puerta al diálogo". En un comunicado, la ejecutiva nacional del BNG reprochan al Rey que "un jefe de Estado no electo en las urnas dé lecciones de democracia". "Es un insulto", lamentan desde el Bloque, que advierten de que sus palabras solo son "entendibles como antesala de un recrudecimiento de la actuación represiva del Gobierno contra el pueblo de Cataluña". ¿Las consecuencias? Según los nacionalistas gallegos, "el aumento de la escala represiva".

Desde En Marea, su portavoz, Luís Villares, ve al Rey "como o un problema más" para el "conflicto político" catalán. "No consiguió abrir espacios de diálogo para resolver los problemas políticos", advierte tras censurar que la "puesta en escena" de Felipe VI fue "absolutamente agresiva" e "impropia" de la función de crear "espacios de unidad". Para En Marea, el Rey utilizó un lenguaje "belicista" en su discurso, que sigue "la línea inmovilista" del Gobierno. El espacio de la confluencia critica al monarca por no "cumplir" la mediación que lleva aparejada su posición.

Los socialistas gallegos comparten la parte del discurso sobre la "defensa del orden democrático constitucional". Sin embargo, su portavoz parlamentario, Xoaquín Fernández Leiceaga, echó en falta que abordase la necesidad de crear "espacios de encuentro y entendimiento" para resolver el conflicto. Su propuesta se base en una combinación de "democracia y diálogo" que lleve a reformar la Constitución para articular un nuevo modelo territorial en España.

Por el contrario, el PP ve "extraordinario" el discurso del Rey. "Es la segunda vez que tiene que salir en defensa del régimen político y constitucional", defiende el portavoz parlamentario del PP gallego, Pedro Puy. "Estuvo en su papel. El Rey es el símbolo de la unidad de España", sentencian.