Ciento sesenta propuestas de resolución para orientar y marcar la acción política de la Xunta presentaron ayer el PP y las fuerzas de la oposición en el segundo día del Debate del Estado de la Autonomía. Agotaron el cupo máximo al que tienen derecho: 40 por grupo. De las 160, PP y oposición entendieron que había posibilidades de acuerdo en 52 y sobre ellas se sentaron a negociar, unos con otros, en contactos bilaterales, pero tras 5 horas intentando un acuerdo, el resultado fue más bien magro: solo 5 acuerdos. Si el primer día del Debate de Política General evidenció las diferencias entre el partido que gobierna y las fuerzas minoritarias, la segunda jornada reveló que las posibilidades de entendimiento son mínimas.

El calado de las propuestas que se aprobarán hoy con más votos que los de los diputados populares es modesto. Dejando a parte los acuerdos que alcanzaron PP y PSOE en lo referente a la crisis catalana, solo se han puesto de acuerdo en tres cuestiones: que la Xunta acuerde con los concellos, la Iglesia y la Administración central los símbolos franquistas -para lo que tendrá los votos seguros de los socialistas-, instar a la Xunta a que mejore la seguridad viaria en los trechos con más concentración de accidentes de las carreteras autonómicas -que el BNG respaldará- y, finalmente, reclamar al Gobierno gallego que deje de patrocinar eventos deportivos que dan premios diferentes a hombres y mujeres -negociado con BNG y En Marea-.

Esto no quiere decir que hoy algún partido no se anime a votar a favor de las iniciativas del PP o la oposición -de hecho el grupo de Luís Villares planea apoyar la promoción de la Ribeira Sacra y las Islas Cíes como Patrimonio de la Humanidad- pero sería una sorpresa que, en las cuestiones más importantes, se sumara la oposición al partido que sustenta la Xunta. La tarde de negociaciones y de paseos entre las salas de los diferentes grupos en el Parlamento dejó en el camino fracasos como los programas de retorno de emigrantes o una propuesta sobre violencia de género, en la que los grupos nacionalistas veían inamovible su reclamación para dedicar el 1% del presupuesto de la Xunta a este problema. También el PP tuvo sus innegociables, sobre todo en materia de infraestructuras, como lo referido a la AP-9 o el AVE. En Marea quería crear una comisión para revisar la seguridad ferroviaria de la línea mientras que el BNG pedía reclamar la transferencia del FEVE y el tren de cercanías.

Entre la batería de propuestas que ayer presentó cada formación hay multitud de iniciativas sociales. En Marea pedirá al pleno que vote sobre el derecho a decidir de los pueblos, pero no incluyó una medida específica para avanzar en la definición de Galicia como nación. Sí lo tuvo en cuenta el BNG, que pide una ponencia parlamentaria para que Galicia "supere los corsés constitucionales y estatutarios" y "camine hacia una república". En las propuestas de corte social, el PSdeG pedía un plan urgente para los dependientes que han visto reconocido su derecho a atención, unos 14.000, cifró la viceportavoz, Patricia Vilán. El BNG llevará al pleno la subida de las pensiones no contributivas y En Marea la renta ciudadana garantizada. Las propuestas del PP repasan prácticamente todas las ideas que lanzó Feijóo en el discurso que abrió el primer día de debate, incluida pedir al Gobierno una reforma de la ley electoral para que gobierne la lista más votada.

Pese a las horas dedicadas a escribir las propuestas y la tarde de negociaciones, probablemente todas las iniciativas de la oposición se queden en nada. El PP ofreció a los partidos modificar 35 textos pero los grupos las rechazaron. De las 17 que la oposición ofreció al PP negociar, se afinaron y pactaron cinco.