Galicia recaudó el año pasado 141 millones de euros de deuda no declarada por los contribuyentes, según detalló la directora de la Axencia Tributaria de Galicia), Victoria González. En su comparecencia parlamentaria, González indicó que eso es fruto de las campañas de sensibilización y de las iniciativas de la Xunta contra el fraude fiscal que, según dijo, permitieron que la Atriga obtuviese el año pasado 6,9 euros por cada euros invertido en actuaciones de este tipo.

Fruto del aumento de las comprobaciones (6%), se practicaron casi 23.000 liquidaciones correctas. Del impuesto sobre transmisiones patrimoniales se recaudaron 24,3 millones de euros adicionales y 74,6 millones en el de sucesiones y donaciones.

A esos 98,2 millones de euros ha sumado la responsable de la Atriga otros 36,3 procedentes de casi 600 actas de inspección sobre los grandes patrimonios, en los que se triplicaron las actuaciones realizadas: de 39 en 2015 a 105 el pasado año. Con estas cifras, ha hecho valer la "eficiencia" de su departamento, que logró aflorar más de 400.000 euros por cada empleado.

Tras el "balance positivo" que González hizo de la Atriga en 2016, tanto Noa Presas (BNG) como Begoña Rodríguez Rumbo (PSdeG) y Antón Sánchez (En Marea) advirtieron de la importancia de combatir el fraude fiscal y, particularmente, en los casos de tramas complejas.

Por su parte, el representante del PP en el debate, José González, destacó "la buena gestión" que está llevando a cabo la Xunta también en el ámbito fiscal es lo que ha permitido reducir los impuestos.