La huelga indefinida que protagonizan los operarios de la industria auxiliar que trabajan en los dos astilleros situados en la ría de Ferrol afrontó ayer su séptimo día. Los paros volvieron a ambas factorías y las empresas afectadas elevaron el tono de sus quejas. Por una parte, Navantia reconoció que baraja la posibilidad de cancelar hasta cuatro contratos en la división de reparaciones y por otra, los empresarios del naval aseguraron que ven "inasumible" negociar si continua la huelga.

Navantia se plantea cancelar los contratos ante el temor de que no pueda cumplir con los plazos establecidos con los armadores o navieras. Los afectados serían tres buques cuya entrada en dique o amarre sobre los muelles está prevista para este mes de octubre y principios de noviembre. También afecta a un cuarto buque que ya está en las instalaciones de la antigua Bazán.

Por su parte, los empresarios, tras la votación del martes en la que los operarios decidieron continuar con los paros, consideraron "inasumible" que se aspire a una negociación en "un contexto de huelga indefinida".

En rueda de prensa, José Ramón Franco, presidente de la Asociación de Empresarios Ferrolterra, desveló que ayer se había suspendido una reunión de la mesa de diálogo, a la cual "no estaba invitado" el sindicato CIG, convocante de las protestas. "Tampoco se preocupó de preguntar", dijo al respecto.

Cuestionado por la posibilidad de que la central se incorpore a una próxima junta, no descartó esta opción, pero reiteró que tendrá que ser "con la huelga suspendida".

Sobre el cumplimiento de los pactos salariales de 2001, demandado por los operarios, insistió en que "nunca hubo acuerdos, siempre fueron impuestos bajo presión; habrá concesiones, renuncias, pero tiene que haber negociación".

Por otra parte, reconoció que "no tendría sentido un acuerdo donde la CIG no esté" y admitió que entiende las quejas de los empleados auxiliares por las diferencias salariales entre planteles.

Sin embargo, reprochó al sindicato nacionalista que las "tablas que propone son discriminatorias" y contempla sueldos hasta un 20% superiores en ciertos gremios.