La ola de fuegos forestales en Galicia comienza a remitir pero sus consecuencias aún persistirán durante meses y años. "Después de los incendios a veces viene lo peor", reconoce Serafín González, presidente de la Sociedad Galega de Historia Natural. "Depende de cómo vengan las lluvias en los próximas días. Si se producen las lluvias torrenciales de 2006, hay mayor riesgo de que haya inundaciones porque el suelo quemado no es capaz de retener esa agua", explica. También alerta de que habrá más riesgo de sequía el año que viene, porque el suelo que retenía el agua se ha quemado.

Para Avelino Núñez, profesor de Edafología en la Universidade de Santiago, los incendios de los últimos días afectarán principalmente a la erosión del suelo y "podrán causar contaminación de masas de agua receptoras de los arrastres".

El tiempo de recuperación de los bosques se alargará varios años, aunque visualmente tardará menos. "A nivel visual, el paisaje se recupera rápido. Cualquier monte que arde se vuelve a poner verde en un plazo muy corto" afirma Alejandro Álvarez, presidente de la Asociación pola Conservación do Ecosistema Forestal Galego. De lo contrario, "Galicia sería negra porque si se acumula toda la superficie que se ha quemado todos estos años es más grande que la superficie que tiene la comunidad. Otra historia es la recuperación interna de los bosques que tardará mucho más", asegura .

"Una cosa es que se vea verde y otra es que esté recuperado", matiza Serafín González. "Si el fuego no fue fuerte puede ser cuestión de meses que se cubra de verde. Pero para que haya un matorral grande deben pasar cinco o diez años. Y si el árbol se quemó entero y murió y tenía 50 años tardará 50 años en volver a ser igual", sentencia.