Los vecinos de As Neves subsisten con botellas de agua. El depósito municipal se quedó vacío por un exceso de consumo durante la extinción del fuego. El tanque se secó ayer y el Concello de As Neves cortó el suministro de agua potable.

El agua del río Termes contiene cenizas y no es apta para bombear y rellenar el depósito. "Las lluvias que han permitido acabar con los incendios también han traído un arrastre de cenizas al río" explica el alcalde nevense, Xosé Manuel Rodríguez Méndez. El Concello no puede aún llenar el depósito con cisternas de agua porque antes debe limpiarlo para eliminar los restos de los incendios. Por eso, el Gobierno local optó por la solución temporal de repartir agua embotellada entre sus vecinos. "Organizamos un grupo de voluntarios para repartir botellas para que los vecinos puedan beber, para las demás necesidades habrá que esperar" explica el alcalde, Xosé Manuel Rodríguez Méndez. Los supermercados del municipio agotan el agua embotellada y algunos vecinos se aprovisionan de garrafas de agua de localidades vecinas.

El alcalde confía en que el problema pueda resolverse pronto gracias a una obra que se realizó en As Neves para captar un manantial subterráneo: "Esperamos tener de él un aporte natural de agua pronto".

Los vecinos de As Neves ya están entrenados. Tuvieron que aprender a vivir con limitaciones de agua hace algo más de un año, cuando el río Termes, que abastece el depósito municipal de agua, se enturbió con las cenizas de los incendios que afectaron a la localidad Arbo.

Este problema no solo afecta a los vecinos que se abastecen del depósito municipal, también barrios que reciben agua de traídas privadas de las parroquias que se han quedado sin agua por un exceso de consumo o porque la que les llega está turbia por los restos del fuego.

Por otra parte, el Concello de As Neves no tiene internet. "La mayoría de las tramitaciones son telemáticas y los trabajadores están usando sus teléfonos móviles para realizar su labor" destaca Rodríguez.