En época de riesgo de incendios, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad refuerzan a vigilancia del monte y también estrechan el cerco sobre los sospechosos. La Policía Autonómica tiene identificados a cerca de un centenar de incendiarios sospechosos o reincidentes a los que somete a un control especial de seguimiento en verano. Los agentes recaban testimonios en su entorno, visitan su domicilio y vigilan algunos de sus trayectos. Este censo comenzó a realizarse tras los incendios de 2006.