La devastación causada por las llamas durante los últimos días en Galicia, Asturias, Castilla y León y Portugal protagonizó el arranque del discurso del rey Felipe VI ayer en la entrega de los Premios Princesa de Asturias.

"Compartimos el profundo dolor de las familias de las víctimas", indicó el monarca en su intervención, que transmitió su "afecto y solidaridad" a los afectados en el noroeste español y en "la nación hermana de Portugal" al abrir el acto celebrado en Oviedo.

La lucha de los servicios de extinción fue destacada en su intervención, pero también la de los propios vecinos que, como en Vigo o Nigrán, lucharon con sus propios medios para evitar la propagación de las llamas. A "los profesionales, voluntarios y vecinos que se han entregado con tanta tenacidad a esa lucha", quiso rendirles homenaje.