Cruzan por la ruta más corta, pero en la mayoría de los casos es la más peligrosa. Atraviesan a diario la carretera que está a escasos metros de su casa o de sus fincas e incluso a la puerta de su domicilio. En cambios de rasante, zonas de poca visibilidad y sin dispositivos reflectantes que les hagan visibles ante los conductores que circulan por la zona. Casi medio centenar de ayuntamientos gallegos están marcados en rojo en los planes de control de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil por su alto índice de atropellos, unos puntos negros donde las patrullas han reforzado la vigilancia con coches camuflados y radares láser y se ha intensificado las campañas con el reparto de chalecos reflectantes. El balance de los últimos diez años sitúa a Galicia a la cabeza de atropellos mortales. Más de 250 peatones muertos en las carreteras de la comunidad desde 2007 hasta este mes de octubre, con una tasa de accidentalidad sobre el conjunto de los siniestros ocurridos en la red viaria gallega que oscila entre el 15 y el 18%.

Aunque las cifras globales de la accidentalidad se han reducido año tras año, con un descenso de más del 50% de las víctimas mortales, en el caso de los peatones el índice de fallecidos no solo se ha mantenido sino que durante el último lustro hubo años en los que aumentó. Entre 2012 y 2016, fallecieron atropelladas 86 personas en las carreteras gallegas. 2013 y el año pasado fueron los ejercicios con la peor tasa de atropellos, un 18,3% y un 16,9% respectivamente sobre el total de muertos en accidente de tráfico en la comunidad. Una cifra que se queda muy por encima de la media registrada en el conjunto del país (10%) y que en 2016 supuso un aumento de más de un punto respecto a los dos ejercicios anteriores.

Casas a pie de carretera

Los meses de otoño e invierno son los más conflictivos para los peatones, ya que son estaciones en las que las horas de luz se reducen. Esta falta de visibilidad aumenta el riesgo de sufrir un atropello en una comunidad marcada por la dispersión poblacional, lo que obliga a utilizar más que en otros territorios el vehículo, por la concentración de viviendas a pie de carretera y el envejecimiento de la población, según detalla el jefe interino del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Pontevedra, el capitán Miguel Cruz Trillo. Los puntos de atropello, advierte, se concentran en la franja costera occidental, ya que están más poblados que el interior, "lo que implica una mayor convivencia entre los usuarios de las vías y los peatones".

¿Perfil del peatón fallecido y características del atropello? En carreteras convencionales, horario de tarde noche, personas mayores de 70 años, desprovistas de prendas reflectantes y arrollados en las inmediaciones de su domicilio. "En muchos casos a pocos metros, propiciado por la confianza que otorga el conocimiento del entorno donde se reside", apunta el capitán Trillo.

La responsable de la DGT en Galicia y jefa de Tráfico en A Coruña, Victoria Gómez Dobarro, advierte de que a partir de ciertas edades se producen limitaciones psicofísicas: movimientos más lentos a la hora de reaccionar, dificultades para calcular la distancia a la que está un vehículo y la velocidad a la que se aproxima, visión limitada en un entorno de posa visibilidad... "Es muy importante que desde el entorno familiar se transmita ese posible peligro y la conveniencia de usar chalecos cuando se salga a caminar para hacerse ver en carretera", urge Dobarro, al tiempo que recuerda a los conductores la importancia de llevar la luces del coche encendidas en caso de meteorología adversa "ya que también deben hacerse visibles para los demás usuarios de la vía y moderar la velocidad en zonas de movimientos de peatones, como travesías, senderos y zonas con casas".

La mayoría de los siniestros con viandantes implicados se producen por la irrupción del conductor de manera antirreglamentaria en la vía pública, por una distracción en la conducción y que puede ir acompañada por somnolencia por parte del conductor o del peatón, bien por el consumo de alcohol y/o drogas y medicamentos. Los datos son alarmantes: la mitad de los peatones atropellados dan positivo.

Para tratar de concienciar a los viandantes de la importancia de que todos los usuarios de las vías cumplan las normas, la Agrupación de la Guardia Civil apuesta por la formación vial. "Y si esto no es suficiente debemos de denunciar aquellos casos en los que hay un flagrante incumplimiento poniendo en peligro la seguridad vial", sentencia el capitán Cruz Trillo.