Los daños producidos por los incendios van más allá del efecto de las llamas, especialmente en Galicia, cuyas rías constituyen un motor económico para miles de personas. Frenar la posible llegada de cenizas arrastradas por las lluvias que llegarán en otoño al mar, a los ríos o a los acuíferos constituye una de las acciones prioritarias. En esa estrategia de protección, el uso de paja será la técnica elegida. El concello de Vigo ya ha adquirido casi 17 toneladas para proteger sus montes. Ahora le toca el turno a la administración autonómica, que evalúa las zonas de actuación más urgente.

Desde la Xunta, la conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, reiteró ayer la ausencia de riesgo de riadas por ahora, según apuntó a la Cadena SER. Mientras, los expertos ya planean cómo evitar el arrastre de las cenizas a los ríos y rías.