Una casa pintada de verde fluorescente o un colegio de rosa chillón son casos que hacen daño a la vista a más de un gallego. Otros muchos envidian la armonía de la campiña inglesa o las casas de postal del rural germano, todas recién pintadas y con colores que combinan con las de los vecinos. Y se preguntan por qué aquí impera el libre albedrío y el resultado es a veces tan feo. Del mismo parecer es la Xunta que acaba de colgar en su web la Guía de Colores y Materiales, en la que recomienda, que no impone, cómo debe uno terminar su casa, si está a punto de construirla, o va a rehabilitarla, y si la intención es integrar y armonizar con el paisaje, y no desentonar.

La guía es más una enciclopedia, pues consta de 14 tomos y hay consejos según la zona de Galicia en que uno tenga la casa y según el tipo de construcción en el que se va a acometer la rehabilitación. Pues para que su casa sea coherente y no una nota chillona en el paisaje, hay que tener en cuenta si usted vive en el Golfo Ártrabro, la Galicia Central, las Ribeiras del Miño y el Sil, las Rías Baixas, las Chairas y Fosas luguesas. Marca diferencias según las doce zonas paisajísticas en que ha dividido Galicia.

Las recomendaciones también serán diferentes si su vivienda es anterior a 1960 o posterior a esa fecha, si está aislada en el medio del campo o en pleno casco urbano. En un deseo de armonizar cualquier tipo de construcción con el contorno y así luchar contra el feísmo urbanístico, la guía también ofrece los colores que mejor le van a las naves de los polígonos industriales.

La Consellería de Medio Ambiente ha sacado el pantone y si usted acepta su consejo le delimita la gama de colores a utilizar para su casa, tanto el fondo, como en los detalles decorativos, las cerraduras y las carpinterías. También le fija los materiales a emplear en la construcción o reforma. Para las casas tradicionales apuesta "por piedras de la zona en los muros y carpinterías de madera". Aunque las casuísticas que plantea son múltiples, tras echar un vistazo a la Guía de Colores y Materiales se puede observar que los colores predominantes para los fondos de nuevas edificaciones son los blancos, beiges, grises, amarillo claro y sobre todo los colores tierra en gamas diferentes dependiendo del área.

Como regla general para los fondos de fachadas se proponen colores poco saturados o poco voluminosos, o dicho de otro modo, colores suaves y poco brillantes, reservándose las notas de color para elementos constructivos puntuales.

El objetivo, explican desde el departamento de Beatriz Mato, se trata de "integrar paisaje, características de la zona y colores. Ni dar una homogeneidad forzada, pues ese no es el objetivo ni sería bueno, ni que todo parezca que está bien".

La Guía de Cores, que ayer Mato y el presidente de la Xunta presentaron en Redes, un municipio coruñés símbolo de buen urbanismo, es fruto del trabajo de 34 profesionales, desde arquitectos, historiadores, ingenieros forestales y licenciados en Bellas Artes. Extrajeron sus conclusiones tras analizar casi 3.800 edificaciones de todo tipo en núcleos urbanos, rurales, periurbanos y polígonos industriales.

"No puede ocurrir que nos llame la atención la construcción y no el paisaje", reivindicó durante la presentación el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Tras reconocer que su pueden "hacer las cosas bien en unos lugares y mal en otros", advirtió de que el respeto al medio "es un catalizador del crecimiento económico". Por ello reclamó una nueva cultura ambiental para el territorio, que -destacó- abarca desde las pallozas de Os Ancares hasta las casas marineras de Redes.

Desde Medio Ambiente persiguen que los ciudadanos conozcan y sigan estas pautas para "una adecuada integración paisajística y así contribuir a una mayor calidad del paisaje gallego". En la Xunta se han inspirado en las guías de colores de Francia, Italia y ciudades como Barcelona o Madrid.