Juntos suman un 25% del territorio y de la población de España y aunque las realidades de Galicia, Castilla y León son bien distintas, los presidentes consideran que unidos son "más fuertes". Por ello han establecido un acuerdo para juntar sus esfuerzos en varias áreas como economía, cultura, servicios públicos o asuntos "clave" de política autonómica. Los tres coinciden en que es necesaria una reforma de la financiación de las comunidades, así como una nueva norma reguladora de las haciendas locales "que les permita disponer de los ingresos suficientes" para hacer frente a los servicios que prestan.

En materia económica, el interés común es sobre el impulso a las actividades vinculadas al sector del transporte y la logística. Así, centra el acuerdo la conexión del tren de alta velocidad entre Galicia y Madrid. Sin embargo, no reclaman que se acelere el proceso sino que "se mantenga" entre las prioridades del Estado central "culminar la conexión" entre Galicia y la Meseta "en tiempos competitivos". También que se incorpore al trazado del corredor atlántico la "conexión ferroviaria con los puertos marítimos gallegos a través de Castilla y León y Madrid".

La colaboración entre las tres comunidades tiene también un aspecto social y el objetivo de facilitar " a todos el acceso a los servicios públicos más fundamentales". Por ello, se comprometieron a "perfeccionar" la colaboración entre los servicios públicos de salud, con especial atención a los ciudadanos que vivan en zonas limítrofes.